El Barrio de Abaixo y la Eira dos Abeledo

paulina iglesias fernández LALÍN

LALÍN

Cedida

Ambos enclaves conforman la memoria viva del patrimonio etnográfico de Lalín

28 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Barrio de Abaixo constituye el núcleo más antiguo de Lalín y está protegido como Bien de Patrimonio Cultural. Su trazado tradicional, sus viviendas populares y su vinculación con el río Pontiñas lo convierten en un espacio único que refleja los orígenes de la villa dezana. A diferencia de otros barrios que se transformaron con el tiempo, el Barrio de Abaixo ha conservado buena parte de su carácter histórico, lo que lo sitúa como un referente patrimonial de primer orden.

Dentro de este barrio se encuentran aún ruinas de lo fue la Eira de los Abeledo, y que permaneció en pleno funcionamiento hasta aproximadamente los años 1950, espacio comunal de enorme valor etnográfico. Las eiras eran lugares de trabajo colectivo donde los vecinos trillaban el cereal, compartían faenas agrícolas y fortalecían la vida comunitaria. La de los Abeledo es especialmente significativa porque se trata de la última eira que queda en pie en todo Lalín, lo que la convierte en un testimonio único de la memoria rural integrada en el tejido urbano.

Su nombre no es casual: la familia Abeledo de Lalín (1750) fue una de las principales impulsoras y usuarias de este espacio, dejando una huella indeleble en la historia del barrio. Gracias a su labor y a la tradición transmitida de generación en generación, hoy deberíamos reconocer la eira como un elemento identitario de Lalín que conecta el presente con el pasado agrícola y comunitario.

No obstante, su estado actual genera preocupación. En la eira aún se conserva gran parte del suelo de piedra preparado para la malla y las ruinas de lo que fue la palleira, una construcción fundamental para almacenar y proteger la producción agrícola, alrededor de este espacio como era en aquella época se encontraban cuatro casas típicas gallegas que cayeron en ruinas y fueron demolidas, pero aún se observan los vestigios. En la actualidad solo queda una casa en pie, la cual hasta el año 1900 fue utilizada como almacén por encontrarse junto a la palleira y a partir de ahí habilitada como vivienda, mientras que el resto del espacio se utiliza hoy como aparcamiento improvisado. Esta situación no solo degrada el valor histórico del lugar, sino que también amenaza con borrar la última huella física de un modo de vida que definió a Lalín durante siglos, vestigios de siglos.

La importancia de la Eira de los Abeledo trasciende lo material. Su recuperación significaría preservar un espacio cargado de valores sociales, culturales y simbólicos, capaz de convertirse en un recurso educativo y turístico de gran interés. Rescatarla permitiría mostrar a las nuevas generaciones cómo se trabajaba la tierra, cómo se vivía en comunidad y cómo la identidad de un pueblo se construye desde lo cotidiano.

El Barrio de Abaixo cuenta, además, con otros hitos de gran valor patrimonial: allí se ubica el antiguo edificio del Concello, donde en su parte inferior se localizaba la antigua cárcel que hoy funciona como biblioteca municipal, lo que refuerza su centralidad en la vida cultural de la villa. También cabe destacar que por este barrio pasa una de las rutas del Camino de Invierno a Santiago, lo que le otorga una dimensión histórica y espiritual que trasciende el ámbito local y conecta Lalín con la gran ruta cultural de Europa.

El Barrio de Abaixo y la Eira de los Abeledo representan un patrimonio cultural y etnográfico irreemplazable. Su conservación , no puede esperar: proteger este enclave es proteger la memoria de Lalín, evitar que desaparezca el último vestigio de las eiras y reconocer el legado de familias como la Abeledo, que dieron forma a este espacio colectivo.

La rehabilitación del barrio y de la eira debe convertirse en una prioridad. No se trata solo de restaurar piedras, sino de devolver la dignidad a un lugar que encierra la esencia de la historia local. Dejar que la Eira de los Abeledo se pierda en el abandono sería una pérdida irreparable para Lalín y para toda Galicia.