Luis Vidal fue refrendado al frente de la ADS de porcino de Silleda

Pablo Viz Otero
P. Viz LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

La merma de subvenciones propició un déficit en el 2011 de 40.000 euros

03 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La Agrupación de Defensa Sanitaria de Porcino de Silleda acordó refrendar en el puesto de presidente al ganadero, Luis Vidal Vila, quien ya viene ejerciendo el cargo desde el año 2000. Del mismo modo, también fue refrendado el secretario, Antonio Iglesias Valladares, y cuatro vocales, que constituían el cuadro de socios a los que les tocaba relevo este año habida cuenta de que en este colectivo cada año se releva o (como en este caso) se refrenda la mitad de los diez integrantes de la junta directiva.

El refrendo se produjo en el marco de la asamblea general anual celebrada el pasado día 20 en la sala de subastas del recinto ferial silledense y que, como viene siendo habitual, registró una reducida asistencia de socios. Nos se presentó ninguna candidatura para dar el relevo a Vidal Vila y al resto de directivos renovables de la ADS.

Los socios aprobaron actas y demás informes sociales y económicos presentados en la asamblea, demás de mantener sin variación la junta directiva.

Déficit

La ADS de Silleda, del mismo modo que diversos colectivos, está viéndose mermada financieramente,, con la reducción cada año más drástica, de apoyo oficial a los programas sanitarios que desarrolla y que en el caso de estas sociedades sirvieron para poner tranquilidad en el sector con los profundos controles que realizan.

Con estos recortes agudizados en el pasado ejercicio, la sociedad cerró el año 2011 con pérdidas. Registró un capítulo de ingresos sobre los 800.000 euros y otro de gastos por 840.000 lo que cifra el desajuste negativo de la agrupación en unos 40.000 euros.

La agrupación sufre el impacto del déficit pero desde una gestión que muestra disponibilidad de tesorería, desde donde se se asumirán las pérdidas.

No obstante, la caída de las subvenciones vienen teniendo incidencia importante en los últimos años y se agudizó en este. La sociedad viene realizando ajustes y adoptando medidas de contención de gasto pero cada vez tiene menos capacidad de maniobra porque incluso para el volumen de servicios que cubre tiene una plantilla muy ajustada con dos veterinarios, dos administrativas y un farmacéutico (obligatorio para el centro de dispensación de medicamentos).

La agrupación, que tiene como tarea básica el control sanitario de las explotaciones, evalúa más medidas de recorte de gasto y poder seguir ofreciendo calidad en el servicio aunque las subvenciones quedaron muy reducidas. El colectivo tampoco quiere que la carencia de apoyo oficial favorezca la relajación del modelo sanitario que tanto aportó en dar solidez al sector porcino.