Un Solete para poner el broche de oro a casi medio siglo del mejor churrasco en Silleda

David Cofán Mazás
David cofán LALÍN / LA VOZ

SILLEDA

Miguel Souto

El Gaucho es uno de los 18 locales gallegos distinguidos por la Guía Repsol y lo hace justo antes de cambiar de manos

02 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La parrillada El Gaucho, de Lamela (Silleda), fue distinguida con un Solete de Navidad de la Guía Repsol. Un galardón que otorga un equipo de expertos en gastronomía repartidos por toda España con el objetivo de encontrar los mejores establecimientos de hostelería del país. Una lista conformada por más de 300 negocios, 18 de ellos en Galicia. El reconocimiento llega a este templo del churrasco justo cuando va a cambiar de manos después de casi medio siglo de trabajo por parte de sus fundadores.

Es la guinda a un proyecto que comenzó en 1977 al pie de la N-525 en la parroquia de Lamela. Lo hizo de la mano de Manuel Requeijo y Josefa García, acompañados por su hija Norma y su yerno José Luis Otero, que hasta ahora lideraban este emblema de la gastronomía dezana. «Estou un pouco atontado», reconoce aún emocionado José Luis, que no se esperaba una distinción de esta envergadura. «É unha alegría enorme, ao principio pensaba que fora unha broma, pero cando fun recibindo máis chamadas empecei a crelo un pouco», comenta.

A sus 73 años, y tras seis jubilado, continúa comandando su parrillada con la inestimable colaboración de su mujer, Norma. En febrero cumplirían 49 años al pie del cañón, pero es el momento de tomar un merecido descanso. «Son moitos anos. Necesito descansar porque estou operado das cervicais e fáiseme moito», señala.

Un asador de categoría

El Gaucho lleva el churrasco por bandera. Son pocos los habitantes de la zona que no han parado a probar su carne y la Guía Repsol no es ajena a semejante éxito. Para Luis la clave está en la calidad de los productos que adquieren. «A carne sempre foi a preferencia. Non mercamos calquera cousa, acudimos aos mellores carniceiros. Sempre ven o mellor do mellor», asegura.

Otro secreto de su buen hacer es el trato al cliente, que se siente acogidos por su sencillez. «Atendemos como na aldea, e aquí aprendemos a traballar facendo as cousas á nosa maneira, coma na aldea», reitera. En este sentido, recuerda que el talento en los fogones es cosa de familia, ya que sus otros hermanos lideran otras parrilladas insignes como La Granja, en Pontevea, y La Cabaña, en Sigüeiro.

«Estamos muy orgullosos de este premio, es el reconocimiento a casi 49 años de trabajo. Es algo muy bonito», añade Miriam, su hija. Norma y Luis dejan el negocio de sus vidas por la puerta grande, con un premio a nivel nacional que, en este caso, va más allá de la calidad de su churrasco y apunta al sacrificio de una familia que lo ha dado todo por alimentar a sus vecinos.