El conflicto se remonta a la época de Ménem, que eligió a la firma para confeccionar el DNI El Tribunal de Arbitraje Internacional celebrará la primera vista en enero
26 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.La empresa alemana Siemens concretó, hace dos semanas ante el Banco Mundial, su pretensión de cobrarle a Argentina 463 millones de euros por la cancelación del contrato de confección del documento nacional de identidad, así como los censos de migraciones y electorales que la multinacional germana había firmado cuando Carlos Ménem presidía el país, por un importe total de 1.650 millones de euros. Siemens instaló la maquinaria adecuada e inició la confección de todo lo estipulado en el contrato, pero el posterior Gobierno de Fernando de la Rúa fue incapaz de pagar y rescindió el contrato. Desde entonces, Siemens intenta cobrar la deuda por los perjuicios que le ha causado la anulación, pero ni siquiera con la mediación del canciller alemán, Gehrard Schröder, lo ha conseguido. Agotadas todas las instancias judiciales, la empresa acudió al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi), un órgano dependiente del Banco Mundial y al que pertenecen los dos países en conflicto, Argentina y Alemania. Hace ahora un año, el Ciadi admitió la demanda y designó a Domingo Bello Janeiro, catedrático de Derecho Civil de la Universidad de A Coruña y director de la Escola Galega de Administración Pública (EGAP), y a dos jueces norteamericanos para formar el Tribunal de Arbitraje Internacional que tendrá que dictar un laudo de obligado cumplimiento para las dos partes enfrentadas. Recorte de exigencias En un principio Siemens exigía el pago de 618,5 millones de euros por la deuda. Sin embargo, tras agotar el plazo de un año concedido por el tribunal en enero del 2002 para fundamentar y documentar la reclamación, ha fijado la cantidad en 463 millones, tal y como se desprende del informe anual que la empresa presentó hace quince días en ante la comisión de valores estadounidense. El Tribunal de Arbitraje Internacional tiene previsto reunirse en Washington a lo largo del próximo mes de enero. Esta primera vista servirá para que tanto Siemens como el Estado argentino expongan sus argumentos. El Gobierno de Eduardo Duhalde calculó en 74,1 millones la cantidad que debía recibir Siemens en concepto de daños y perjuicios, cifra que la empresa alemana nunca aceptó. Sin embargo, la llegada al poder de Néstor Kirchner endureció todavía más la negociación con Siemens, y tampoco en esta ocasión surtió efecto la intervención del canciller alemán en su reunión bilateral con el presidente argentino a mediados de este año. Kirchner pretende aplicar a la empresa alemana la legislación propia de Argentina, al considerarla como una sociedad autóctona del país y no como una entidad extranjera que ha realizado allí sus inversiones. Por eso cuestiona la mediación del Ciadi, a pesar de que Argentina fue una de las firmantes del convenio que creó el organismo en 1966, auspiciado por el Banco Mundial y rubricado entonces por 131 países. El objetivo del Ciadi es resolver las diferencias entre los Estados y las empresas extranjeras que invierten en cada uno de ellos.