El precio del petróleo baja un 2,78% tras la petición de Arabia Saudí de elevar la producción de la OPEP El Ibex sufre la segunda mayor caída del año con un volumen de negocio récord
10 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La posibilidad de que la era de tipos de interés en mínimos históricos haya tocado a su fin ha puesto contra las cuerdas a las principales bolsas internacionales, que ayer cerraron con fuertes descensos. Por si no tenían bastante con la escalada de los precios del petróleo hasta niveles que no se recordaban desde la guerra del Golfo, los inversores se ven ahora obligados a digerir las predicciones de una buena parte de los expertos, que anticipan que el precio del dinero subirá en Estados Unidos mucho antes de lo previsto, probablemente en junio. En su última comparecencia, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Alan Greenspan, anticipó que elevará los tipos «en algún momento», pero sin especificar cuándo. Y, la mayoría de los analistas tomó sus palabras como un aviso a navegantes para el 29 de junio, fecha de la próxima reunión de la Fed. Una predicción que se vio reforzada el pasado viernes con la publicación al otro lado del Atlántico de un espectacular dato de creación de empleo que deja la tasa de paro en el 5,6%. Las subidas de tipos inquietan a los inversores porque suponen un mayor coste para la financiación de las empresas, que puede redundar en menores beneficios y, por lo tanto, en unos precios más bajos para las acciones. Oriente Medio Pero eso no es todo. Los mercados de renta variable están sufriendo también los efectos de la tensión en Oriente Medio, acrecentada estos días por el escándalo de las torturas a presos iraquíes por parte del ejercito estadounidense, que ha salpicado directamente al Gobierno de George Bush. De hecho, influyentes medios de comunicación estadounidenses han pedido la dimisión del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.? La tormenta política también ha llegado hasta el primer ministro británico, Tony Blair, que se ha visto obligado a pedir perdón después de que el diario sensacionalista Daily Mirror publicara la semana pasada en portada la fotos de un soldado británico orinando sobre el cuerpo de un preso iraquí con la cara encapuchada. A todo esto hay que añadir un nuevo episodio de terrorismo: el atentado, supuestamente perpetrado por rebeldes separatistas, que acabó el pasado domingo con la vida del presidente checheno, Akhmad Kadyrov. En este escenario, y con la fuerte caída de Wall Street en la apertura como preocupación añadida, de poco o nada sirvió el descenso protagonizado ayer por los precios del petróleo en los mercados internacionales, en respuesta al anuncio de Arabia Saudí de que considera necesario elevar el techo de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) «en no menos de 1,5 millones de barriles diarios». La cotización del crudo brent -el de referencia en Europa- cerró en Londres a 35,97 dólares, un 2,78% por debajo de los 37 dólares alcanzados el viernes. «No queremos que los precios suban hasta un nivel en el que afecten negativamente el crecimiento de la economía internacional o a la demanda de petróleo», señaló el ministro saudí de Petróleo, Ali al Nuaimi, en un comunicado. Caída en bloque Así las cosas, los índices del Viejo Continente se adentraron en el terreno de las pérdidas desde primera hora de la mañana y en él se mantuvieron durante todo el día, tal y como habían hecho las plazas asiáticas en las horas previas a la apertura de los parqués europeos. El Ibex 35 acabó el día con un descenso del 2,64%, el segundo en importancia del año. La caída se fraguó, además, con un nuevo récord histórico de contratación: 6.271 millones de euros. Londres bajó un 2,29%; París, un 2,73%; Fráncfort, un 2,85%, y Milán se dejó en el camino un 2,18%.