La constructora niega formar parte de una maniobra política para desbancar a González Ya ha contratado opciones de compra que le permitirán adquirir esa participación
30 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Tras numerosas conjeturas y la divulgación de datos contradictorios, Sacyr Vallehermoso se vio obligada ayer comunicar oficialmente sus intenciones en el BBVA y a negar que la operación forme parte de una maniobra política y también que la finalidad de la misma sea la de desbancar a Francisco González de la presidencia de la entidad. La constructora, a requirimiento de la CNMV, reconoció que desea «adquirir el 3,1% del banco por un importe aproximado de 1.250 millones de euros». Esta participación la convertiría en el socio de referencia y le permitiría entrar en el consejo de administración, siempre y cuando obtenga el visto bueno del Banco de España, que dispone de tres meses para pronunciarse. Según la agencia Efe, El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, habría exigido al consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, cinco puestos en el consejo del banco. Fuentes oficiales de Sacyr quisieron dejar claro ayer que la compañía no tiene ninguna motivación política para entrar en el accionariado del BBVA. «Se nos puede tachar de muchas cosas, pero no de ser afines al PSOE. Basta con echar un vistazo a la composición del consejo de administración para darse cuenta. Nos guían criterios meramente empresariales», aseguraron. Aunque las citadas fuentes confirmaron que apoyan «la gestión del actual equipo» -presidido por Francisco González-, también creen que «es manifiestamente mejorable» y que ésta debe ser «reforzada». Sacyr considera que el BBVA necesita un accionista de referencia que proporcione estabilidad suficiente al consejo de administración para que pueda tomar decisiones con libertad «independientemente de quién gobierne». «A Botín nadie lo cuestiona», argumentan. El interés industrial de la constructora parece tener un horizonte concreto. El BBVA controla el 72,5% de Duch, una sociedad constituida para el desarrollo urbanístico de la denominada operación Chamartín, una ambiciosa promoción de viviendas, oficinas y servicios en la zona norte de Madrid, sobre las viejas vías de acceso a la estación y en la prolongación del Paseo de la Castellana. Desde el Ejecutivo niegan también cualquier interferencia. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, confirmó ayer que conocía las intenciones de Sacyr desde hace días. Blanco no quiso pronunciarse sobre una posible salida de González y aseguró que «no opinamos sobre el relevo al frente de las empresas privadas. Es su consejo de administración quien debe tomar las decisiones». En cualquier caso, en el mercado se da por seguro que la operación tiene el visto bueno del Gobierno.? En el BBVA, la postura seguía siendo ayer la misma del lunes. Consideran «impensable» que el Ejecutivo esté detrás de la operación. Ahora, además, aseguran que «si tiene carácter hostil, tendrá respuesta». La adquisición, que en principio tiene un plazo de un mes para llevarse a cabo (aunque prorrogable), se pretende financiar con una ampliación de capital de 1.100 millones de euros que estaría respaldada -en al menos 700 millones- por los miembros del consejo, encabezados por su presidente, y los empresarios Juan Abelló -consejero también del Santander- Demetrio Carceller y Vicente Benedito. Los otros 150 millones «se sufragarán con recursos generados por la empresa». Sacyr asegura que ya tiene depositadas en varios bancos las opciones de compra necesarias para llevar a cabo la adquisición. Además, la constructora no estaría sola en esta gran operación. Algunas de las antiguas familias del BBV que dejaron sus puestos en el consejo a raíz del escándalo de las cuentas secretas de Jersey serían sus aliados. Participación gallega Tanto Caixa Galicia como Caixanova, ambas presentes en el capital de Sacyr -con un 2,84 y un 1,59%, respectivamente-, declinaron realizar valoraciones.