La mejora de los arrendamientos rústicos para los jóvenes que deseen incorporarse a la actividad agraria es una de las iniciativas en las que está trabajando Bruselas para potenciar el relevo generacional en el campo. Así lo aseguró ayer el director general de Agricultura de la Comisión Europea, José Manuel Silva, quien participó ayer en A Coruña en un congreso de ingeniería agronómica y alimentación organizado por el Colegio Oficial de Enxeñeiros Agrónomos de Galicia y la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos. Silva insistió en que la Política Agraria Común (PAC) será muy beneficiosa para Galicia, ya que el desarrollo rural es uno de los pilares básicos de dicha reforma. En este sentido, explicó que los agricultores deben aprovechar la flexibilidad de las subvenciones que ahora otorga Bruselas y adaptar su producción a las exigencias del mercado. Las ayudas de la UE a la agricultura no condicionan el tipo de producción, algo que a juicio de Silva otorga mayor libertad al agricultor a la hora de enfocar su actividad empresarial. «Los trabajadores del campo deben ser primero empresarios y luego pedir una subvención para llevar a cabo su proyecto y no pedir primero una subvención y luego hacer algo», explicó. José Manuel Silva hizo referencia también al dinamismo del sector agroalimentario gallego. Así, consideró que se está creando un alto valor añadido en sectores como el cárnico, el lácteo y, en particular, en el vitivinícola a través de las denominaciones de origen. En relación a estas distinciones, el director general advirtió de que existe un exceso de peticiones, lo que puede perjudicar a los productos que, por su calidad, realmente son merecedores de dicha calificación. «Tenemos en torno a 400 peticiones para otorgar una denominación procedentes de toda Europa, sin contar los vinos», indicó. Por eso, insistió en que deberían ser los estados miembros los que realizaran una primera criba antes de remitir los productos candidatos a Bruselas. Otro de los ponentes del congreso, inaugurado por el conselleiro de Política Agroalimentaria, José Antonio Santiso, fue el investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, Javier Paz-Ares. Este ingeniero agrónomo explicó las aplicaciones de la genómica en la agricultura. Así, avanzó la utilidad de crear plantas virtuales que permitan hacer hipótesis sobre cúal sería la mejora más adecuada para poder optimizar las cosechas y llegar al objetivo que se marcan los científicos a corto plazo y que es llegar a duplicar las cosechas. Limitaciones Asimismo, el profesor del departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago, Francisco Sineiro, habló sobre las perspectivas del sector agroalimentario gallego. En este sentido, recalcó que su futuro está limitado por el tamaño de las explotaciones, por su escasa rentabilidad y por la falta de relevo generacional en el campo. Así, explicó que de las 125.000 explotaciones que hay en la comunidad y que en conjunto generan nueve millones de euros anuales, sólo 19.000 se consideran viables, con un nivel medio de renta de 22.000 euros anuales. Además, hizo hincapié en que Galicia sólo es líder nacional en la producción de leche, con 3.000 millones de litros al año y un saldo comercial de 453 millones de euros. En este sentido, indicó que el sector agroalimentario gallego tiene también una gran dependencia de la producción de vacuno.