El fracaso de crear un operador gallego que genere más competencia complica el futuro

La Voz

ECONOMÍA

11 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El proyecto para crear una petrolera gallega que introdujese competencia en un mercado copado por Repsol y Cepsa -con el 75% de las 556 estaciones que existen en la comunidad- había abierto la esperanza para que Galicia consiguiese abaratar las gasolinas y aproximarse a los precios medios de otras autonomías. Pero la iniciativa, que contó al principio con el respaldo público de la propia Xunta, ha fracasado por su inviabilidad económica, pues el coste de abrir un estación de servicio puede alcanzar los tres millones de euros.

La otra vía para lograr una mayor oferta de precios en los combustibles, la de promover la apertura de estaciones de servicio por parte de los hipermercados, tampoco ha tenido en Galicia un buen desarrollo, al menos en comparación con el resto del país. De las 150 gasolineras que están en manos de las grandes cadenas de distribución en el conjunto de España, tan solo ocho se encuentran en territorio gallego. Eroski cuenta con surtidores en Ribadeo, Lalín, Sarria y Lugo; Makro, en A Coruña; Carrefour, en Pontevedra, y Alcampo, en Ferrol y en Vigo.

Los datos de la Consellería de Industria muestran que son los hipermercados los que ofrecen unos precios más competitivos, pero las trabas burocráticas de los ayuntamientos -son instalaciones de alto riesgo- han frenado el desarrollo de una oferta que cuenta con un amplio arraigo en el conjunto de Europa.