Sacyr planta a Brufau y encona la lucha en el seno de Repsol

M.?J. Alegre

ECONOMÍA

El presidente logra el respaldo del consejo y?que este rechace las acciones «desestabilizadoras»

16 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La frontal batalla que mantiene el presidente de Repsol con Sacyr, primer accionista de la petrolera y dueño del 20% del capital, se encona, al tiempo que se decanta la posición de los implicados. Los tres consejeros representantes del grupo constructor y de servicios -el presidente Luis del Rivero, José Manuel Loureda y Juan Abelló- plantaron ayer al presidente de la petrolera, Antonio Brufau, y no acudieron al consejo que el primer ejecutivo había convocado, de urgencia y por sorpresa, para someter a refrendo su continuidad y las pautas de la gestión que lleva a cabo.

Una de cal y otra de arena. Brufau obtuvo de la mayoría del consejo una censura implícita a los vocales ausentes, al lograr que expresaran su rechazo a las actuaciones «desestabilizadoras» de la compañía.? La ausencia era la más radical de las opciones que se habían planteado la víspera en una reunión de alto nivel celebrada en Sacyr. Frente a la abstención o el rechazo, optaron por esta forma de indisciplina. Esta actuación estuvo justificada por el carácter un tanto apresurado de la convocatoria. Fuentes próximas al grupo constructor y de servicios argumentaron que no se pueden someter a los administradores cuestiones tan decisivas sin dejarles tiempo a la reflexión ni aportarles la documentación correspondiente.

Unanimidad del resto

Con su iniciativa, Brufau ha conseguido, sin embargo, la unanimidad del resto del consejo y, lo que es más importante, una implicación directa de los representantes de La Caixa. Siempre había contado con su apoyo de puertas adentro, pero los dirigentes de la entidad de ahorro, bastante tímidos en sus manifestaciones, se expresaron en esta ocasión de forma pública.

De manera que los 13 administradores que se pronunciaron en el consejo -presentes o representados- acordaron, sin fisuras, ratificar la gestión de Brufau y confirmarlo plenamente en sus funciones, a la vez que apoyaron el plan estratégico de la compañía. Y en esta ocasión, el presidente contó con la presencia física de Isidro Fainé y Juan María Nin, los dos máximos dirigentes de La Caixa.

Fuera de contexto quedó otro punto del orden del día, que preveía abordar «el grado de cumplimiento por parte de los consejeros de sus obligaciones de gobierno corporativo». Estaba destinado a poner en cuestión las críticas manifestaciones expresadas por Luis del Rivero en los medios de comunicación, pero la inasistencia del presidente de Sacyr dejó este debate sin contenido.

Obligaciones estatutarias

Por añadidura, Brufau logró que el consejo expresara su rechazo a «cuantas actuaciones pretendan desestabilizar la gestión de la compañía», y que los administradores recordaran «el carácter imperativo de los principios de gobierno corporativo asumidos por la compañía». Entre otras pautas, el artículo 44 de los estatutos de la petrolera les impone la obligación de «confidencialidad, no competencia y lealtad».

Con todo, y tras lo sucedido ayer, ni los dirigentes de Repsol ni el frente opositor pueden dar por saldadas las diferencias.