El sabotaje con un cóctel molotov a un transportista de Lugo obliga a extremar la vigilancia en el sector
ECONOMÍA
Los continuos ataques están creando psicosis e inquietud entre los empresarios
26 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Guardia Civil y Policía Nacional extremarán la vigilancia de las empresas de transporte de Lugo, así como de otras propiedades, a raíz de un sabotaje contra una de esas firmas -víctima de un ataque con un cóctel molotov-, según reconoció ayer el subdelegado del Gobierno, José Vázquez Portomeñe. La explosión provocó un incendio que destruyó una cabeza tractora y dos plataformas, cargadas con madera y leche. Reguera Trans, cuyo propietario es miembro de la directiva de Tradime -la patronal lucense del sector-, tenía en aquellos momentos en sus instalaciones del polígono industrial de A Campiña otros 12 vehículos. La rápida intervención de vecinos y bomberos evitó que el fuego se propagara a otros camiones, a la nave e incluso a algunas viviendas cercanas.
El presidente de la Federación Gallega de Transporte, Alfonso Parga, demandó nuevamente medidas contundentes contra este tipo de actos que se repiten con frecuencia. «O foco ?-dijo- está na provincia de Lugo, e teñen que acabar con el». Parga exigió que se localice a los autores de lo que definió como «atentados terroristas». Reconoció que el transporte es en estos momentos una bomba de relojería por la crítica situación que atraviesa desde finales del 2007, acentuada ahora por la subida del precio de los combustibles y por la postura de las entidades financieras y su negativa a conceder créditos.
Julio Reguera, copropietario de la empresa familiar, declaró que no esperaba el ataque, que relacionó con personas vinculadas al sector. Insistió en que se limita a trabajar con los clientes de siempre, que constituyen el 70% de su facturación, y que no participa en ninguna guerra de precios con otras empresas.
El sabotaje forma parte de una ya larga lista de ataques en la provincia de Lugo.