El Nobel de Economía señala que su mayor preocupación sobre la crisis es la destrucción de «nuestro capital humano».
06 oct 2010 . Actualizado a las 19:55 h.El ex economista jefe del Banco Mundial (BM) y premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz alertó hoy en Nueva York de que, si no se toman acciones contundentes, la economía estadounidense va hacia «un periodo muy largo de lento crecimiento», en el que el principal problema será todavía el desempleo.
«A no ser que se tomen acciones decididas, vamos dirigidos a un periodo muy largo de lento crecimiento al estilo japonés, en el que lo normal va a ser una tasa de desempleo alta», dijo Stiglitz, que participó en el encuentro de líderes empresariales World Business Forum que hoy se clausura en Nueva York.
Según el respetado economista, para quien aún hay en el aire «muchas incertidumbres económicas», la situación de la economía a corto plazo «no va a ser un desastre, porque el crecimiento va a ser positivo, pero no tan positivo como para reducir un desempleo que se va a mantener en el 9%».
«Podríamos caer en una nueva recesión. Todo depende de cómo reaccionan los países europeos y de otras partes del mundo a las medidas de austeridad y a otros aspectos. Lo más probable, sin embargo, es que la economía siga creciendo pero a un nivel que es demasiado lento para crear el empleo que necesitamos», explicó.
Stiglitz aseguró que es «muy grave» que «uno de cada seis estadounidenses quieran un empleo a tiempo completo y no lo puedan conseguir actualmente», y dijo que, si en un año se prevé que el desempleo esté en el 9%, en dos o tres años más los parados en EEUU seguirá «por encima del 8%».
«Lo que más me preocupa es el desempleo continuado. Ese problema destruye actualmente nuestro capital humano y, sin él, va a ser difícil regresar a una economía robusta», aseguró el economista, quien alertó de que este año se van a declarar en quiebra más bancos que el año pasado y que las ejecuciones de hipotecas seguirán al mismo ritmo en 2011 que ahora.
Para el economista, las drásticas soluciones que tiene que aplicar la Administración estadounidense pasan por una «mayor inversión» en infraestructuras -como aeropuertos y carreteras-, tecnología y educación, así como nuevas apuestas energéticas que favorezcan la lucha contra el cambio climático.
Stiglitz consideró que esas inversiones favorecerían «el crecimiento económico a corto plazo, ayudarían a crear empleo y así se impulsaría el crecimiento de la economía a largo plazo».
«El problema llega cuando se dice que no se puede ampliar la inversión porque no podemos permitir un incremento de la deuda, cuando en EEUU estamos en una posición privilegiada», dijo el economista.
También consideró que si se «toma prestado más, nuestros bienes se incrementarán y, pese a la deuda, seguirán creciendo».
Stiglitz aseguró que el primer plan de estímulo lanzado en plena la crisis por la Administración de EEUU funcionó -«si no fuera así, tendríamos un desempleo del 13 o el 14%»-, pero insistió en que, «ahora que llega a su fin, está claro que la economía se debilita y que se debe de hacer algo más».
«Me preocupan un poco las ideas de reguladores que quieren volver al pasado, cuando el mundo de hoy es otro al que era antes de la crisis», señaló el economista, quien acusó a la Reserva Federal de EEUU (banco central) de haber «inundado el mercado con liquidez», algo que a su juicio creará problemas.
En el mundo globalizado, «el dinero sale y quienes lo reciben se preguntan dónde están las mejores oportunidades no sólo en EEUU, sino en todo el mundo», aseguró Stiglitz, quien explicó que esa situación lleva «inestabilidad» a los mercados de divisas.
Este miércoles el World Business Forum contará también con la participación del ex vicepresidente de EEUU Al Gore, uno de los principales defensores de la lucha contra el cambio climático, y del director de cine James Cameron, creador de películas tan exitosas como «Titanic» y «Avatar».
También figura entre los participantes de hoy el uruguayo Fernando Parrado, uno de los dieciséis deportistas que en 1972 sobrevivieron a un accidente aéreo en los Andes y que estuvieron a 4.000 metros de altura en esa cordillera durante 72 días hasta que fueron rescatados.