A la llegada del equipo de fútbol del Rayo Vallecano, los ganaderos derramaron varios cántaros de leche al suelo y mostraron varias pancartas alusivas a la situación económica por la que atraviesan.
27 feb 2011 . Actualizado a las 20:23 h.Una representación de explotaciones ganaderas y de trabajadores a los que Nueva Rumasa les adeuda una importante cantidad de dinero se han manifestado a las puertas del campo de fútbol del Alcoraz de Huesca, donde hoy jugaba el Rayo Vallecano, propiedad del grupo.
A la llegada del equipo de fútbol del Rayo Vallecano, los ganaderos derramaron varios cántaros de leche al suelo y mostraron varias pancartas alusivas a la situación económica por la que atraviesan.
Uno de los ganaderos oscenses, a quien el grupo le debe 70.000 euros, aseguró a Efe que llevan cinco meses sin cobrar y que ya no pueden esperar más.
«Estamos matando a las vacas para dar de comer a otras y no podemos aguantar más», dijo.
Por su parte Fernando Luna, presidente de ASAJA Huesca, ha informado de que los ganaderos les han pedido ayuda porque muchos «necesitan el dinero para comer» ya que se les adeudan cantidades «muy importantes» que van generar «dramas familiares y va a haber una reestructuración del mundo rural de la provincia de Huesca».
Para Fernando Luna es «incongruente» que cuando en Aragón hay sesenta explotaciones afectadas por un impago de dos millones de euros «le den más importancia a los accionistas que a los lecheros».
Hasta las puertas del campo de fútbol de Alcoraz se desplazaron trabajadores de Cacaolat de la planta de Utebo (Zaragoza), que llevan varios meses sin cobrar.
Estos trabajadores llevan una semana sin producir nada y aunque desde la gerencia de la planta de Barcelona les han asegurado que hay un compromiso de pago, «no vemos ninguna solución», han lamentado.
Por su parte, el equipo de fútbol del Rayo Vallecano, afectado también económicamente por las deudas con el grupo de Ruiz Mateos, mostró una pancarta en la que se podía leer «Basta de impagos. Rayo Solución».
Por ello, la presidenta del club, María Teresa Rivero, presente en el partido, fue objeto de las iras de unos trescientos aficionados rayistas, quienes durante varias fases del partido corearon las consignas de «Rayo sí, Rumasa No».