El Ministerio de Economía y el Banco de España están negociando con algunos de los grandes bancos españoles y europeos un blindaje contra pérdidas no esperadas en el caso de que participen en la subasta de las cajas que no logren recapitalizarse en tiempo y forma para cumplir las nuevas exigencias de solvencia.
El planteamiento, conocido en el sector como un Esquema de Protección de Activos (EPA), aparece recogido como una posibilidad en el polémico real decreto aprobado por el Gobierno para la reestructuración del sector financiero. Se da la circunstancia de que Novacaixagalicia solicitó expresamente esta fórmula para ofrecer más seguridad a sus potenciales inversores en una reunión mantenida pocos días antes de que el Banco de España publicase las necesidades de capital de bancos y cajas.
A la gallega le fue negada esta opción, que sin embargo ahora podría respaldar a los bancos que acepten comprar a bajo precio las cajas con mayores apuros para entrar en los duros parámetros de solvencia marcados por el Gobierno.
Lo que no valió para Novacaixagalicia y sí podría aplicarse ahora para la subasta de cajas es la misma fórmula que el Banco de España ya utilizó para blindar las dos últimas subastas de entidades previamente intervenidas en la última recomposición del sector. Así ocurrió cuando Cajastur adquirió en subasta la Caja de Castilla-La Mancha. En aquella ocasión la cobertura de posibles pérdidas por impago que pudieran aflorar en la manchega corrió a cargo del Fondo de Garantía de Depósitos.
A la BBK se lo dio el FROB
Y del mismo modo se actuó con la adjudicación de la andaluza a Cajasur a la vasca BBK, si bien entonces las garantías y los avales procedieron directamente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), como muy posiblemente ocurriría ahora con las firmas pendientes de la carnaza desprendida del nuevo apretón de solvencia en las cajas de ahorros.
En los últimos días, el Gobierno ha contactado con bancos españoles y extranjeros, y también con algunas cajas de ahorros, para tantear su disposición a participar en una subasta de las instituciones con más apuros, según recogía ayer en una información el diario económico Cinco días. En total, según los datos del Banco de España, las cajas precisan 14.077 millones de euros para cumplir los nuevos parámetros, o bien algo más de 9.800 si consiguen capitalizarse en el sector privado o directamente en Bolsa.
Bankia vende ocho oficinas
Por otro lado, ayer se conoció que Bankia cerró estos días la venta y posterior arrendamiento de ocho oficinas de Caja Madrid a los fondos inmobiliarios Drago Capital y Grupo Atitlan. La operación le reportará unas plusvalías de 18,7 millones. Bankia utilizará esta fórmula sale & lease back para rentabilizar su cartera de inmuebles y reforzar los recursos propios de la nueva ficha bancaria. El grueso de estas sucursales se encuentran en el municipio de Madrid.