Advierte de que Alemania «no cederá» mañana en la cumbre de la eurozona
20 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La canciller alemana, Angela Merkel, volvió ayer a enfriar las expectativas de la UE de encontrar una solución a la crisis de deuda en la eurozona. A pesar de que la falta de reacción de los Veintisiete ya ha provocado una oleada de pánico en los mercados, que temen que la amenaza de quiebra de Grecia se contagie a Italia y a España tras haber infectado a Portugal e Irlanda, Merkel, de visita en Moscú, advirtió que nadie debe esperar un resultado «espectacular» de la cumbre extraordinaria de líderes de la zona euro convocada para mañana en Bruselas. En ella, los jefes de Estado y de Gobierno deberían decidir de una vez el diseño definitivo del segundo rescate heleno.
«Quien se toma en serio sus responsabilidades políticas debe evitar los golpes de efecto, a pesar de que sea humano pretender que ciertos problemas recurrentes desaparezcan definitivamente de la agenda», dijo la canciller, quien dejó claro que no aceptará una solución que no contemple la participación privada en el segundo plan de auxilio a Grecia. Este podría costar casi 100.000 millones de euros, que se sumarían a los 110.000 del primer rescate. Merkel fue taxativa a la hora de reclamar que los bancos asuman parte de ese coste: «No voy a ceder, el Gobierno alemán no va a ceder», sentenció.
Obligar a los acreedores a recomprar deuda griega con parte de lo que ganen al recuperar sus inversiones -un desembolso que Atenas no puede asumir sin obtener nuevos préstamos porque debe unos 340.000 millones de euros, el 150 % de su PIB-, supone en la práctica reconocer que Grecia ha suspendido pagos.
«Esfuerzo urgente»
Ayer, el vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Competencia, Joaquín Almunia, reclamó a los líderes de la UE que acudan a Bruselas «con soluciones», porque la situación de los mercados y de los países más afectados exige «un esfuerzo urgente». Por su parte, el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, advirtió de que del resultado de la cumbre depende no solo el futuro de su país: «Están en cuestión el euro y la resistencia de la eurozona».
Mientras tanto, técnicos de la propia Comisión y responsables de los Gobiernos de los Veintisiete negocian contra reloj los distintos escenarios en los que puede resolverse el rescate heleno, entre los que figura suavizar las condiciones de los préstamos bilaterales que varios socios han concedido a Grecia.
Tasa a los bancos
También se estudia la posibilidad de que los países del euro apliquen una tasa a sus bancos para financiar parte de la operación, informa la agencia alemana DPA. Esa solución satisfaría el deseo de Alemania, Francia y los Países Bajos de implicar en la operación al sector privado, y también el del Banco Central Europeo (BCE) de evitar a toda costa cualquier opción que suponga reconocer la quiebra de Atenas. Si se aplicara ese impuesto bancario, además, se evitaría que las agencias de calificación declarasen la suspensión de pagos total o parcial de Grecia, tal y como han amenazado recientemente Moody?s y Standard and Poor?s.