La familia dueña del grupo de alimentación afirma que nada cambia
17 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El fructífero viaje conjunto iniciado en agosto del 2003 por el Grupo Calvo, por una parte, y Caixanova, Caja Castilla y Caja Burgos, por otra, está a punto de llegar a su fin. Sus entidades sucesoras, Novagalicia Banco, Liberbank y Banca Cívica, han puesto a la venta su participación del 22,1 % en el accionariado del grupo de alimentación gallego. Este capital, desembolsado hace ocho años, fue instrumentalizado a través de Ponto Inversiones, donde ayer no quisieron dar detalles de la oferta, aunque sí se ha podido saber que el «potencial inversor provendrá del mundo financiero».
La propuesta está en el mercado por medio de Arcano y Ahorro Corporación. En cualquier caso, la operación consistiría únicamente en un relevo por parte de un socio inversor y no afectaría en nada a la estructura que toma las decisiones en Calvo, a cuyo frente continuará la familia fundadora de la compañía, ya que posee el 77,8 % del capital de la sociedad.
En este sentido, el presidente del grupo, José Luis Calvo Pumpido, fue ayer contundente al afirmar que este cambio ya estaba más que cantado, pues en el contrato de ampliación de capital del 2003 se contemplaba que en el plazo de siete años hubiese un cambio del socio inversor. «Se va uno y llega otro, y no pasa nada. Nos viene igual que sean unos u otros. Nosotros vamos a seguir como siempre», manifestó.
En cualquier caso, sí que quiso apuntar que el paquete de acciones tramitado a través de Ponto Inversiones en el 2003 tiene ahora un valor mucho más elevado. El cuaderno de venta está siendo estudiado por algunos fondos, aunque no se ha revelado en qué plazo se puede formalizar el acuerdo.