La prima de riesgo española roza otra vez los 470 puntos, y el Ibex retrocede un 3,48 %
22 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Rajoy pidió el viernes a los mercados que tuvieran a bien conceder al nuevo Gobierno una tregua de al menos media hora antes de continuar su acoso. Pues, ni eso. La aplastante victoria cosechada en las urnas por los populares, y ampliamente descontada en las mesas de operaciones, no fue, ni de lejos, el bálsamo que algunos esperaban.
Con el trasfondo de un demoledor informe de Moody?s sobre Francia y la manifiesta incapacidad de republicanos y demócratas para ponerse de acuerdo y meter en cintura el descomunal déficit estadounidense, y sin perder de vista que las que han de resucitar la confianza en España son las reformas que alumbre el nuevo Gobierno y no el vuelco político por sí solo, el abismo que separa a los bonos españoles de los alemanes volvió a agrandarse. Hasta casi los 470 puntos. Acabó en 464, gracias al apoyo del BCE. En Italia lo hizo a 474. Algo es algo, por lo menos seguimos siendo los segundos de la siniestra lista de los que van a caer.
La tarea que tiene por delante el Gobierno de Rajoy es monumental. Va a tener que tomar decisiones estructurales muy profundas y las recetas tradicionales no sirven, se han quedado pequeñas ante la magnitud de la crisis. Y los mercados, que no tienen paciencia, quieren conocer ya mismo cuál es la hoja de ruta del futuro Ejecutivo, empezando por quién será el elegido para llevar las riendas de Economía.
Francia también sufre
Por lo demás, y muy a su pesar, Francia compartió ayer protagonismo con las otras dos grandes economías europeas bajo sospecha. Casi no quedan dudas: los franceses pueden ir preparando el funeral de su preciada triple A. Moody?s tiene preparado el bolígrafo para firmar el certificado de defunción.
La agencia de calificación de riesgos (una de las tres grandes) puso en cuarentena la calificación de la deuda gala hace cinco semanas. Ayer dejó entrever cuál será la decisión final. En resumen, lo que vino a decir la firma es que con unas perspectivas de crecimiento nada favorables y unos costes de financiación cada vez más elevados, es muy difícil que el país siga perteneciendo al selecto club de la matrícula de honor en solvencia. Todo un mazazo para Sarkozy.
Moody?s calcula que por cada cien puntos básicos que se incrementa el riesgo, el Tesoro galo tiene que pagar tres millones de euros más al año.
Con estos mimbres, la prima de riesgo gala no tuvo más remedio que subir. Cerró en 156, pero por la mañana llegó hasta los aledaños de los 170.
EE.UU., bajo sospecha
Por peligrar, peligra hasta el rating de Estados Unidos, enfangado otra vez en un interminable rifirrafe entre republicanos y demócratas que tiene muchos visos de acabar dando al traste con el obligado pacto para recortar el déficit de la primera economía del planeta en 1,2 billones de dólares. En principio, tienen de plazo hasta el miércoles para llegar a un acuerdo, pero todo parece indicar que se repetirá el lamentable espectáculo del pasado verano, con el país al borde de la suspensión de pagos, y los dos partidos tirándose los trastos a la cabeza. Un circo que acabó desembocando en la pérdida de la triple A a manos de Standard & Poor?s.
Las bolsas, en picado
Y, esta vez, las bolsas no pudieron evitar verse arrastradas. En el caso del Ibex 35, el descalabro fue del 3,48 %, lo que a punto estuvo de costarle los 8.000 puntos. Cerró a 8.021.
También cayeron las otras bolsas europeas. Algunas, como la italiana, incluso más. Y eso que la española tuvo que hacer frente en el tramo final del día a otro pesado lastre: la intervención del Banco de Valencia, la cuarta entidad financiera que muerde el polvo.
Los mercados no se conforman con el cambio, exigen la hoja de ruta de las reformas
Las dudas sobre la triple A de Francia y sobre el déficit de EE.?UU. elevan la presión