Novagalicia luchará por mantener su autonomía pese a la presión de la banca
ECONOMÍA
BBVA, Santander, Popular y La Caixa intentan que Rajoy liquide ya cuatro entidades
22 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Las presiones de la gran banca para que el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy reestructure el sector financiero -lo que quiere decir, subastar al mejor postor y liquidar las entidades financieras con más dificultades- han arreciado en la última semana. Las grandes entidades -BBVA, La Caixa, Santander y Popular, además de la patronal AEB- han expuesto su posición: no quieren un banco malo en el que se depositen los activos tóxicos del sector, principalmente inmobiliarios, y así sanearse. Rechazan de plano mucho menos que todas las instituciones financieras (incluso las grandes, es decir, ellas mismas) tengan la obligación de despojarse de sus tóxicos, es decir, que la fórmula se generalice. Entienden que esta fórmula no acabará con la sequía de crédito y, además -lo más importante- que el mercado pueden confundir a los mejores con los peores. Sin embargo, sí estarían de acuerdo que se crease un banco tóxico si se utiliza para que varias entidades hagan limpieza y se liquiden.
Ya lo han dicho Ángel Ron, presidente del Popular -«el banco malo debería circunscribirse a su utilización como herramienta que facilite la puesta en el mercado de entidades no viables»-; Emilio Botín, del Santander -«no me gusta, no es la solución, es una cosa que le va a costar dinero al contribuyente y que no nos va a hacer que se den los créditos. Hay que terminar la reestructuración»-, Francisco González, del BBVA, y Juan María Nin, director general de La Caixa.
Esta gran banca pretende repartirse en los próximos seis meses cuatro entidades: el intervenido Banco de Valencia y las nacionalizadas Unnim, Catalunya Caixa y Novagalicia Banco. Todas ellas, alegan, deben correr la misma suerte que la CAM. Esta se vendió por un euro al Sabadell, tras un saneamiento récord a través del Fondo de Garantía de Depósitos: 5.249 millones de euros. Y con un esquema de protección de activos, una especie de seguro que cubre el 80?% de las futuras pérdidas en la extinta caja.
Los precedentes
También BBK se quedó con CajaSur en unas condiciones ventajosas: otro esquema de protección que garantizaba 392 millones, que fue posterior a haberle inyectado 800 millones para garantizar la solvencia. Otro caso: Cajastur se hizo con CCM también a cambio de cubrir hasta 2.400 millones en futuras pérdidas de la entidad manchega.
A todas estas entidades el Gobierno les concedió un seguro de pérdidas una vez que fueron adjudicadas, sin intentar su viabilidad con esos salvavidas antes de su liquidación y muerte.
Si las intenciones de la gran banca tienen éxito y Rajoy cede a sus presiones, se conformaría un oligopolio que dominarían un máximo de 6 grandes entidades financieras. Entre ellas no estaría Bankia, que de acuerdo con fuentes financieras podría acabar en manos de La Caixa. Argumentan que se habría desechado su unión con BBVA, debido a que tanto Rodrigo Rato como Francisco González no están dispuestos a quedarse en un segundo plano. Ambos querrían la presidencia.
El interés del BBVA por Novagalicia ha llegado incluso a plantearse en altas esferas políticas. La entidad gallega tiene una cuota del mercado del 42?% en su comunidad, una cifra insólita que es altamente valorada. Una pieza apetecible sobre todo si la entidad llega a «regalarse», utilizando eufemismos como las bondades de la reestructuración del sistema.
En Novagalicia, sin embargo, mantienen inalterables sus planes y quieren mantenerse independientes. Sigue con el proceso de búsqueda de inversores, y en la actualidad mantiene negociaciones con cinco fondos internacionales. Sus grandes bazas son: el compromiso por escrito para captar inversores hasta el mes de septiembre, y su posicionamiento en el mercado gallego.
«El banco malo no va hacer que se den créditos. Hay que terminar la reestructuración»
Emilio Botín