El presidente del Gobierno admitió ante el ministro holandés, frente a un micrófono abierto sin darse cuenta, que la situación es dura y que aún se prolongará.
10 feb 2012 . Actualizado a las 00:41 h.A veces los micrófonos abiertos traicionan a quienes tienen delante. Ese fue el caso hoy del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien comentó a sus colegas de la Unión Europea (UE), momentos antes del comienzo de la cumbre de Bruselas, que la reforma laboral que aplicará en breve le puede costar una huelga general.
«La reforma laboral me va a costar una huelga», comentó Rajoy al primer ministro de Finlandia, Jirky Katainen, sobre su plan para reformar el mercado de trabajo, que previsiblemente aprobará a mediados del mes que viene.
El jefe del Ejecutivo español, al igual que ha hecho con otros de sus homólogos europeos, le ha explicado las reformas que está abordando su Gobierno para hacer frente a la crisis económica. Así, ha señalado que el pasado viernes su Consejo de ministros aprobó la ley de estabilidad presupuestaria, que el próximo dará luz verde a la reforma del sector financiero y que al siguiente se tramitará la reforma laboral.
En esas conversaciones previas al inicio de la cumbre se ha podido escuchar también a Rajoy explicar al primer ministro holandés, Mark Rutte, que la situación es dura y que aún se prolongará, así como que se ha encontrado con «una herencia muy complicada» y un déficit de más del 8 %.