Si finalmente se cumplen las previsiones, ninguna empresa podrá recoger, a partir de abril del 2013, ni un litro de leche sin tener pactadas todas las condiciones con el ganadero. Han sido necesarios años de reivindicaciones para poner en marcha esta figura contractual que, se espera, sirva para dar estabilidad al sector.
Julio del 2009. Los ganaderos se movilizan con sus tractores en defensa de los contratos lácteos. Tras una semana de protestas se firma un documento en Madrid entre productores, industrias y distribución.
Enero del 2010. Los contratos no arrancan. Las industrias son reticentes. La forma de cálculo del precio, principal escollo.
Enero del 2011. La ministra Rosa Aguilar dice que está muy avanzado el nuevo decreto lácteo y señala que los contratos serán obligatorios desde abril.
Abril del 2011. El Gobierno aprueba el Real Decreto Lácteo que hace obligatorios los contratos. Se creyó que su aplicación sería inmediata, pero resultó necesaria una modificación de la normativa comunitaria.
Diciembre del 2011. El Consejo de ministros de Agricultura de la Unión Europea ratifica el denominado «paquete lácteo». Resta la aprobación por parte del Parlamento.
Enero del 2012. El Parlamento europeo aprueba definitivamente el paquete lácteo. Cada Estado miembro deberá adaptarlo a su normativa nacional.