El Tesoro aprovecha la tregua y abarata costes

m. m. redacción / la voz

ECONOMÍA

Vendió 3.532,9 millones en letras a un año al 3,20 %, frente al 3,99 % de la subasta anterior

22 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Tras el disgusto del Bundesbank, y sin ningún político en escena, otra vez la calma. Parece que los inversores se lo han pensado mejor y han concluido que, al fin y al cabo, confían en la capacidad de persuasión de Draghi. En que, al final, el italiano -ni siquiera lleva un año en el cargo y algunos ya lo ven como el principal gurú de las instituciones europeas- logrará convencer a los teutones para que se sacudan los miedos y permitan que el BCE vuelva a comprar bonos de los Estados en apuros. A cambio, eso sí, de más sacrificios y de una férrea vigilancia para que nadie se desvíe un ápice de lo prometido.

Esa confianza renovada -y la ausencia de inoportunas declaraciones políticas- permitió que la prima de riesgo española firmara ayer otra mejora. Como casi siempre desde que los políticos se fueron de vacaciones.

Esta vez cayó hasta los 465 puntos, el mínimo de los últimos tres meses, con el rendimiento del bono a diez años en el 6,21 %. También mejoró el Ibex, que avanzó un 1 %, hasta los 7.544.

De la tregua concedida a España por los mercados sacó partido ayer el Tesoro. Celebraba subasta de letras a 12 y 18 meses. Consiguió colocar más de los previsto, con una sólida demanda y una sustancial rebaja de tipos. Jugada redonda. Vendió 3.532,9 millones en letras a un año al 3,20 %, frente al 3,99 % de la subasta anterior, celebrada el 17 de julio, y otros 981,6 millones en títulos a un año y medio al 3,45 %, también más baratos que el 4,35 % de la anterior puja.

Por lo demás, la miradas se giran ahora hacia Grecia. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, visita hoy el país heleno. Un día después se reunirán en Berlín la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, François Hollande. Después ambos se reunirán por separado con el primer ministro griego, en Berlín el jueves y ambos mantendrán encuentros por separado con el primer ministro griego, Antonis Samaras. Merkel el viernes; y Hollande, el sábado.

Concesiones

El Gobierno heleno confía en arrancar alguna concesión en esas reuniones. O bien una rebaja del tipo de interés que le cobran sus acreedores (la llamada troika: BCE, FMI y Comisión Europea) por el dinero que le han prestado o bien un aplazamiento para su devolución. O también más tiempo para llevar a cabo los ajustes prometidos. En Alemania no están por la labor. Consideran que podría ser un mal ejemplo para otras ovejas descarriadas como España.