La nueva planta de Estrella Galicia le permitirá doblar su producción

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO A CORUÑA / LA VOZ

ECONOMÍA

De izquierda a derecha, Carlos Negreira, Núñez Feijoo, Ignacio Rivera y Santiago Ojea, ayer en A Coruña.
De izquierda a derecha, Carlos Negreira, Núñez Feijoo, Ignacio Rivera y Santiago Ojea, ayer en A Coruña. G. RIVAS< / span>

Con la instalación que inauguró ayer, la cervecera coruñesa podrá fabricar 250 millones de litros al año

02 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Más de 10 millones de inversión y varios años de obras finalizaron ayer con la inauguración oficial de la segunda planta de la empresa cervecera Estrella Galicia -propiedad de la corporación Hijos de Rivera-, que permitirá duplicar la producción hasta alcanzar los 250 millones de litros al año. La puesta en marcha de estas instalaciones se enmarca dentro del proyecto de internacionalización de la firma coruñesa. «En los últimos cinco años hemos invertido 170 millones de euros, y en los próximos tres sumaremos 120 millones más hasta llegar a los 300», apuntó ayer el consejero delegado de Hijos de Rivera, Ignacio Rivera.

El empresario hizo un repaso de los 107 años de historia de la compañía, fundada por su bisabuelo y que en esta cuarta generación «ha hecho realidad un sueño» con la inauguración de esta planta. Sin embargo, sus planes incluyen seguir creciendo, sobre todo «asentando las bases en los proyectos internacionales, y sumar más filiales a las de China, Japón, Filipinas, EE.UU. y Brasil». Seguir potenciando las distintas líneas de negocio de cervezas, aguas, vinos y licores, posicionar sus marcas y mantener «el compromiso con la ciudad, el entorno, la comunidad y nuestros trabajadores» son los retos de la empresa, según dijo Ignacio Rivera.

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, alabó el espíritu emprendedor de Estrella Galicia, tanto de su fundador como de sus sucesores, que han sabido apostar por el futuro a pesar de encontrarse «nas peores encrucilladas». Afirmó que esta empresa es un símbolo de toda la comunidad gallega, y considera que ha dado una lección «de que nada é imposible».