Grecia tendrá que despedir a otros 15.000 funcionarios si quiere recibir más dinero

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Sturnaras y el representante del FMI para la troika, Poul Thomsen.
Sturnaras y el representante del FMI para la troika, Poul Thomsen. A. B. < / span>EFE< / span>

La troika exige centrar el hachazo en los empleados corruptos o con diplomas falsificados, pero habrá más afectados

16 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno griego ya puede respirar tranquilo. Se ha garantizado el pago de dos nuevas entregas del dinero del rescate. Un desembolso de 2.800 millones de euros, pendiente desde el mes pasado, y los 6.000 millones correspondientes al salvavidas del segundo trimestre del año. Los que, desde luego, no van a dormir tranquilos, si es que todavía conseguían hacerlo, son los funcionarios y sus familias. Porque, a cambio del dinero, el Ejecutivo heleno ha prometido una nueva remesa de despidos en el vapuleado sector público. Nada más y nada menos que el sacrificio de otros 15.000 funcionarios es lo que ha pactado con la temida troika.

Este año, el Gobierno pondrá en la calle a unos 4.000 empleados públicos. Y otros 11.000 seguirán ese mismo camino en el 2014. Una parte de las bajas se cubrirá con prejubilaciones. Pero la intención de las autoridades griegas es aplicar mano dura con los trabajadores que arrastran expedientes disciplinarios, problemas de absentismo y bajo rendimiento. Al parecer, existe un elevado número de casos de funcionarios acusados de recibir sobornos o de haber presentado diplomas falsos para lograr su plaza. O eso, al menos, es lo que mantiene la troika. De hecho, el máximo representante del FMI en la terna, Poul Thomsen, aseguró ayer en Atenas, en presencia del ministro de Finanzas griego, Yannis Sturnaras: «Siempre me ha sorprendido mucho por qué supone un tabú político despedir a trabajadores con rendimiento cuestionables». En cualquier caso, a los hombres de negro no les queda otra que admitir, y así lo han hecho, que muchos funcionarios ejemplares perderán su trabajo en el transcurso de esta criba, que elevará a 180.000 puestos de trabajo el hachazo propinado al sector público heleno desde que se inició la crisis.

Impuestos

Pero este no es ese el único aro por el que ha tenido que pasar el Ejecutivo de Antonis Samaras para poder seguir recibiendo el dinero del rescate. También ha aceptado continuar recaudando un polémico impuesto sobre la propiedad a través del recibo de la luz para evitar el fraude, informa Colpisa. Con todo, el trío de acreedores se felicitó ayer de que el país haya apostado por combatir la evasión con un refuerzo de la inspección.

El documento rubricado por la troika anticipa que Grecia volverá a crecer «gradualmente» en el 2014 tras un desplome del PIB cercano al 5 % este año. Las tres instituciones sostienen que la competitividad de su economía aumenta con fuerza gracias a la baja inflación y a la flexibilidad en los salarios. «Hasta hace poco, nuestro país siempre era el mal ejemplo», constató el primer ministro, antes de insistir en que ahora se encuentran «protegidos» y son «otros socios los que afrontan los problemas». El Ejecutivo, que aspira a reducir el déficit más rápido, se prepara para jugar esta baza y obtener una rebaja en los intereses por los créditos.

Portugal e Irlanda lograron en el reciente Eurogrupo una medida similar a la deseada por Atenas. Los socios aceptaron ampliarles los plazos para devolver los préstamos en una media de 7 años. En el caso de Lisboa, la condición es alcanzar un acuerdo con la troika, que ayer desembarcó en el país, sobre nuevos ajustes por 1.300 millones.