Vicente López-Ibor, exconsejero de Unesa y de la CNE: «No se trata de subir el recibo, sino de liberalizar el modelo»
ECONOMÍA
El experto aboga por la competencia efectiva en el sector
08 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Vicente López-Ibor fue secretario general de la patronal eléctrica Unesa, miembro de la CNE y consejero especial del comisario europeo de Energía. Ahora preside el Estudio Jurídico Internacional y es profesor de Derecho en la Universidad Pontificia de Comillas. Ayer presentó en Vigo su último libro, Conversaciones sobre la energía.
-El Gobierno está revolucionando el sistema energético. ¿Qué le parecen sus medidas?
-A mí me gustaría que se avanzara más hacia la liberalización, compatibilizando el libre mercado y la competencia con las obligaciones de servicio público y protección del derecho de los consumidores. La tarifa de último recurso (TUR) debería irse convirtiendo en precios libres. Los sometidos a regulación deben estar reservados para otros ámbitos del sistema. En cuanto a las cargas financieras del modelo, el déficit de tarifa, es evidente que en los últimos años no hubo una regulación muy afortunada, se cargaron muchos costes de los que no hago responsable a ninguna tecnología, pero el modelo es difícilmente sostenible.
-¿Qué propone? ¿Subir el recibo? ¿Suprimir primas?
-No se trata de subir el recibo, sino de liberalizar el modelo para que el resultado final sea más eficiente. No sé si eso conllevará subidas o bajadas de los precios, lo que sí espero es que provoque un comportamiento más eficiente desde el punto de vista económico. Lo que hay que hacer es, respetando el principio de seguridad jurídica, no llevar a cabo una política de incentivos que luego no se va a poder respetar. La retribución de algunas tecnologías fue excesiva y poco racional. Eso hay que corregirlo de una manera ordenada para ocasionar los menores problemas posibles.
-Junto al déficit de tarifa, la dependencia energética es el otro gran problema, ¿no?
-Ha puesto el dedo en la llaga. La dependencia de España es de un 75 % y en hidrocarburos es casi total. Para corregirlo tenemos que utilizar adecuadamente todas las fuentes que tenemos y la diversificación energética.
-El parque de generación es mucho mayor que la demanda. ¿Qué hay que hacer?
-La crisis y la caída del consumo generan una sobrecapacidad del sistema importante. Se trata de optimizar la estructura existente y planificar el desarrollo gradual de la entrada de nuevas energías, pero siendo conscientes de que en estos momentos y por un tiempo tendremos dificultades de demanda.
-¿Y por qué energía debería apostar España en ese futuro?
-Por las compatibles con el medio ambiente y competitivas.
-¿Qué tecnología sería esa?
-No quisiera pronunciarme por una en detrimento de otras. Dentro de las renovables no todas ofrecen las mismas posibilidades ni el mismo grado de maduración tecnológica. En cuanto a las convencionales, no pocas de ellas aseguran una buena compatibilidad ambiental.
-Usted defiende una transición hacia la «descarbonización» de la economía.
-Sí, así es, eso implica un esfuerzo de ajuste y de adecuación de las centrales térmicas para la máxima compatibilidad medioambiental. De lo contrario será muy difícil la supervivencia de esas instalaciones.