
El repliegue de la banca en Galicia no ha tocado fondo. Aún le queda recorrido, empezando por las dos primeras entidades financieras en Galicia, las que controlan el 60 % de los depósitos. Novagalicia y Popular-Pastor han realizado un fuerte ajuste de red en los dos últimos años por saturación, duplicidades y necesidad de ahorro tras las fusiones de Caixa Galicia y Caixanova (hoy NCG), y de Popular y Pastor. Se calcula que ambas reducirán otras 50 oficinas este ejercicio. Novagalicia echó el cierre a 51 el año pasado, y este 2013 cuenta con hacer lo mismo en otras 49 (110 en toda España). Aunque se ha hecho una parte, queda aún otra parte para los próximos meses. La red de NCG tiene que encogerse de forma notable hasta quedar en 451 oficinas en Galicia (ahora tiene más de 540) en el 2014.
Caso parecido es el del Popular-Pastor. Tiene ahora más de 300 locales, que este año quedarán en 274: 236 bajo la marca de Pastor, 38 con logo del Popular. Será, salvo cambio imprevisto, el ajuste definitivo.
No son estos casos únicos. Bankia, Caja España y Barclays reducirán casi toda su red en Galicia (casi 70 oficinas). Las dos primeras, por exigencia de Bruselas: han recibido dinero de la UE y, en consecuencia, tienen que reducir sucursales y replegarse a sus territorios originarios. La firma inglesa, en cambio, es por estrategia en España: se centrará en grandes urbes.
La red de Catalunya Banc y Liberbank (otra docena) también se verá tocada con seguridad. Y está por ver el impacto que tendrá absorción de Banesto por el Santander: hay una fuerte duplicidad y juntas son el tercer operador de la comunidad. Y la compra del Gallego por el Sabadell quizá suponga algún cierre. Todo menguará aún más la oferta.