Bruselas avala las cajas de madera para pescado que se prohibieron en O Berbés

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La Comisión zanja la polémica que generó el Puerto de Vigo al prohibir el uso de este material

16 jun 2013 . Actualizado a las 00:01 h.

Es lo que tiene moverse en el mundo Babel que es la Europa de los Veintisiete y sus 23 lenguas oficiales: que alguien puede acabar perdido in translation. Y si los matices que desaparecen al navegar entre idiomas son claves para descifrar un reglamento, la interpretación de la norma en uno u otro sentido puede tener consecuencias insospechadas. De eso saben mucho en la Confederación de Empresas de la Madera de Galicia (Confemadera), a la que la palabra waterproof y su traducción les aguó toda una campaña.

Fue allá por el 2009. Corina Porro acababa de llegar a la presidencia del Puerto de Vigo y decidió prohibir el empleo de las cajas de madera para el pescado arguyendo que las normas de la Unión Europea exigían que el pescado se almacenase en envases waterproof. Y ese waterproof, en el texto que leyeron en la Autoridad Portuaria de Vigo, se tradujo por impermeable, en lugar de resistente al agua. El matiz sería insignificante si no fuera porque la traducción condenaba al ostracismo a las cajas de madera y, de paso, condenaba a muerte a 16 aserraderos gallegos con 235 trabajadores.

Efecto en cadena

Ana Oróns, secretaria general de Confemadera, admite que fueron tiempos difíciles, pues la decisión de Vigo tuvo un efecto dominó en puertos que tradicionalmente empleaban el envase de madera para evitar problemas en las ventas que realizaban en la dársena viguesa.

Afortunadamente, la polémica apenas duró unos meses, de junio a octubre de ese año, el tiempo que tardó la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan) en pronunciarse al respecto. Y lo hizo certificando que la madera es un producto natural, renovable, higiénico, resistente al agua y perfectamente apto para el almacenamiento de pescado. Es más, hay segmentos de flota que la prefieren porque conserva mejor las especies.

Aunque el respaldo de la Aesan fue suficiente para desactivar la prohibición del Puerto de Vigo, Confemadera solicitó una aclaración a la Comisión Europea. Y Bruselas lo ha clarificado. Cuatro años después, pero justo a tiempo para desactivar otras iniciativas antimadera que se estaban fraguando, por ejemplo en el País Vasco, que prevé desterrar en diciembre las cajas de madera.

Pero ahora Bruselas ha sustituido el término impermeable por el de resistente al agua, despejando así todas las dudas que han podido perjudicar «a un producto tradicional que cumplía todas las exigencias de higiene», apunta Ana Oróns.