Otro de los aspectos en los que incide el informe forense, después de que los auditores se zambulleran en abril en el difícil trabajo de desenredar la maraña societaria y financiera de la multinacional, es que las prácticas irregulares de sus directivos «no fueron fortuitas».
Los auditores son contundentes: «Los hechos, operativas y prácticas fueron resultado de una planificación de forma consciente que se han venido realizando durante varios años por parte de la dirección de Pescanova».
Asimismo, en el hecho relevante que el administrador de Pescanova remitió a la CNMV (firmado por Santiago Hurtado en nombre de Deloitte Advisory) se anuncia que, a la vista de las conclusiones del forense, se reservan el derecho a adoptar «las medidas que resulten oportunas, dando en su caso traslado a los órganos competentes».
Tal advertencia apunta a que la situación jurídica de los directivos y consejeros imputados, con Manuel Fernández de Sousa a la cabeza, aún puede complicarse (si no lo está ya) más en el futuro.
El juez Ruz, que inicialmente había citado a los implicados los pasados días 1 y 2 de julio para tomarles declaración, lo suspendió hasta tener en su poder todos los informes policiales y técnicos solicitados, entre otros, a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía, a la CNMV y a KPMG.