El fondo Oaktree, dueño de Panrico, estudia la entrada en el capital de Pescanova

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Banca y administrador concursal buscan una solución puente para que el grupo no se pare en la vital campaña de Navidad

20 sep 2013 . Actualizado a las 11:18 h.

Hay inversores dispuestos a poner dinero nuevo en Pescanova y uno de ellos es Oaktree, el fondo estadounidense propietario desde hace cuatro años de Panrico, actualmente al borde del concurso de acreedores tras declarar pérdidas por valor 700 millones de euros.

A pesar de esta mala experiencia con el fabricante de Donuts, Oaktree tiene especial interés en las firmas de alimentación (posee el 24,5 % de Campofrío y participa en el productor de helados europeo con base en el Reino Unido R&R Ice Cream). Y, según fuentes financieras, este, especialista en reestructuraciones, es uno de los potenciales nuevos accionistas de Pescanova que mayor interés ha mostrado por la oferta lanzada por la administración concursal.

Oaktree gestiona un fondo de 13.000 millones de euros, el mayor del mundo dedicado a invertir en sociedades con problemas, pero, según fuentes de los bancos acreedores de Pescanova, no estará sola en la puja por inyectar nuevo capital en el grupo gallego. Sobre la mesa de la reunión celebrada este miércoles con Deloitte, el administrador concursal, estuvieron también los nombres de otros dos fondos de inversión, Centerbridge Partners, una firma con oficinas en Nueva York y Londres; y Liberty, una compañía que cotiza en el mercado americano y que ya que cuenta con el 1,01 % de la compañía gallega.

Pero antes de que se produzca la entrada de nuevos accionistas, Pescanova tiene por delante el difícil reto de alcanzar un convenio con los acreedores bancarios, cerrados en banda en capitalizar deuda por acciones; y redactar el plan de negocio en el que se determinará la deuda soportable y las necesidades de liquidez.

Crédito de 56 millones

Paralelamente, los bancos que otorgaron a la compañía un crédito urgente de 56 millones de euros antes del verano (Sabadell, Bankia, Popular, Caixabank, Novagalicia, BBVA y Santander) y la administración concursal tratan de buscar una solución puente que permita que Pescanova siga operativa en los tres meses que restan de año para surtir sin problemas el mercado en la decisiva campaña navideña, en la que se generan los mayores ingresos de la compañía, que, en lo que va de año, ha declarado una facturación de 700 millones de euros.

Entre tanto, el estado de las cuentas de la multinacional ha llegado al Parlamento autónomo. El BNG presentó ayer una interpelación para reclamar a la Xunta información sobre las ayudas públicas otorgadas a Pescanova, su tramitación y auditorías de cumplimiento; e instó al Gobierno gallego a trabajar en un plan de viabilidad para mantener los empleos y los centros de trabajo en Galicia.

La parlamentaria Carme Adán, pidió a la Xunta que tome la iniciativa y se reúna con la nueva dirección de Pescanova, con los trabajadores e incluso con la banca. «La situación es difícil, pero no se puede esperar sentado a ver qué pasa», dijo.