El sálvese quién pueda en el que se está convirtiendo el desfile de declaraciones ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz no solo ha aireado la ruptura entre el expresidente de Pescanova y su consejero, sino que también han puesto en evidencia las frías relaciones entre los hermanos Fernández de Sousa. Fernando, el pequeño de la saga, también imputado, lejos de hacer frente común, se desmarcó de Manuel revelando que la empresa ya arrastraba problemas económicos desde el 2012.
«Nunca han estado enfrentados, pero Fernando tampoco ha sido nunca un ejecutivo de la empresa. El trato entre ellos era normal, pero a Fernando no se le veía mucho por Pescanova y no solía asistir a todos los consejos», explican fuentes del órgano de administración.
Los desencuentros entre los Fernández de Sousa en torno a Pescanova comenzaron en 1996. Fernando, el menor de los tres hermanos presentes en el capital de la compañía, vendió un paquete accionarial del 3,2 %. Un año antes, el consejo de administración de Pescanova decidió excluir a José María Fernández de Sousa (hoy promotor de Zeltia), hermano mayor, del máximo órgano de gestión para el asombro de muchos.
«¿La explicación? Fue un arrebato de Manuel, una decisión impulsiva, como la que tuvo con Paz Andrade», dicen quienes estaban a su lado entonces. Otras fuentes cercanas a la familia dijeron que las diferencias de carácter y de visión empresarial fueron las que provocaron ese distanciamiento.
Sinergias en el mar
Acto seguido, en 1998, Manuel Fernández de Sousa causó baja en la junta general de accionistas de Zeltia. Desde la farmacéutica se aludió a una salida estatuaria por la falta de asistencia a los consejos.
Más allá de los intereses accionariales en épocas anteriores, Manuel y José María habían compartido sinergias que siempre pivotaron sobre el mar. Las filiales farmacéuticas de Zeltia, como Pharmamar, especializadas en el desarrollo de compuestos marinos contra el cáncer, empleaban en sus labores de muestreo algunos de los barcos de la flota de Pescanova.
Lo que nadie puede negar es que, pese a las diferencias, ambos hermanos han llegado a triunfar, juntos y por separado.