La CNMV acusa a Pescanova de tener «toda la porquería» en cuentas ocultas

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El regulador justifica su beneplácito a la contabilidad porque era «formalmente perfecta», y el informe de auditoría, limpio

04 dic 2013 . Actualizado a las 09:18 h.

La presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Elvira Rodríguez, arremetió ayer de forma muy explícita contra los anteriores gestores de Pescanova al afirmar que «toda la porquería» de la pesquera gallega, cuya situación está siendo estudiada por un juez, se encontraba en las cuentas ocultas de la compañía. «Pescanova tenía una contabilidad A y una contabilidad B. La B era más grande y toda la porquería estaba en la B», explicó Elvira Rodríguez, que justificó el beneplácito del regulador «porque presentaba una contabilidad formalmente perfecta y un informe de auditoría limpio».

Según Rodríguez, una vez detectadas las primeras irregularidades en Pescanova, el supervisor reaccionó rápido y envió al juez toda la información de la que disponía. «No había muchas cosas que investigar porque había muchos hechos demostrados. Le pudimos dar toda la información que necesitaba y dimos una respuesta muy rápida. En estos casos hay que ser muy serios», aseguró.

Los abogados del expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, imputado por falsear las cuentas anuales y abuso de información relevante, contestaron ayer a las afirmaciones de la presidenta de la CNMV calificándolas de «inciertas, graves y de todo punto inaceptables». En un comunicado, acusan a Elvira Rodríguez de «vulnerar gravemente el principio de presunción de inocencia y el de neutralidad que hay que exigir al órgano regulador»; y recuerdan que, hasta el momento, nadie ha encontrado ninguna contabilidad B en la pesquera.

La CNMV ha jugado un papel muy activo en la crisis de Pescanova. Además de requerir información a la compañía, el regulador suspendió en dos ocasiones la cotización del grupo y cursó seis expedientes por la comisión de presuntas infracciones como la reformulación de cuentas, el hecho de que ciertos consejeros no comunicaran variaciones en sus participaciones en el capital de la empresa o la venta de acciones con supuesta información privilegiada.