Amancio Ortega arrasa en las rebajas del ladrillo

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El empresario ha invertido 600 millones en un mes en inmuebles; el último, un edificio del banco malo en Barcelona

09 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Desde que Inditex salió a Bolsa y la fortuna de Amancio Ortega comenzó a multiplicarse a una velocidad de vértigo (la última cifra, ofrecida por Bloomberg, la sitúa en los 48.600 millones de euros, que lo convierten en el tercer hombre más rico del planeta), el empresario ha centrado el foco de sus inversiones en el mercado inmobiliario. Solo en el último mes, Ortega ha comprado a través de su brazo inversor Pontegadea tres edificios comerciales y de oficinas en tres grandes capitales (Nueva York, Londres y Barcelona), con una inversión conjunta de casi 600 millones de euros.

La última en cerrarse fue la adquisición a la Sareb, el banco malo que aglutina los activos inmobiliarios de las entidades rescatadas con fondos públicos, de uno de los edificios más emblemáticos de la capital catalana: la antigua sede de Banesto en la confluencia de plaza Catalunya con Paseo de Gracia. Hace dos años, Ortega ya había adquirido el bajo comercial de ese inmueble, que hoy ocupa la tienda Apple, por más de 80 millones de euros. Ahora, se hace con el resto del edificio (de casi 13.000 metros cuadrados) por apenas la mitad de lo desembolsado entonces: 44 millones. Es la cantidad que pagará a la Sareb por la hipoteca que grava el bloque, concedida inicialmente por el Banco de Valencia y Bancaja y que pasó a manos del banco malo, según informó ayer La Vanguardia.

Y es que el tsunami que ha sacudido el mercado inmobiliario español ha dejado tras de sí un panorama muy atractivo para invertir, por las profundas rebajas aplicadas para intentar reducir la pesada losa de ladrillo que ahoga a bancos e inmobiliarias. Claro que para eso hace falta liquidez, algo de lo que Ortega va sobrado. Solo en el 2013, ingresó más de 800 millones en dividendos por sus acciones de Inditex.

Aunque ya había amasado un importante patrimonio inmobiliario en los años previos a la crisis, fue a finales del 2007, momento en el que se hizo con una decena de edificios del Banco Santander por 458 millones de euros, cuando Ortega intensificó su apuesta por el ladrillo. Una apuesta que quedó patente a finales del 2010, cuando decidió disolver sus dos sicavs para potenciar las inversiones inmobiliarias. La estrategia es clara: buscar inmuebles céntricos en las principales ciudades del mundo, donde los alquileres de las oficinas y locales comerciales estén garantizados.

Un buen ejemplo es el de la madrileña torre Picasso, que Ortega adquirió en diciembre del 2011 por 400 millones de euros a FCC que, cuatro años antes, cuando adquirió el 20 % propiedad de El Corte Inglés, había tasado el edificio en más del doble, 850 millones. Durante dos años, la torre ha sido el principal activo de la cartera inmobiliaria del fundador de Inditex, un puesto de privilegio que ahora ocupa Devonshire House, edificio londinense por el que pagó 480 millones el mes pasado.