El primer ministro griego, Antonis Samaras, se afana en enmendarle la plana a Berlín. Mientras que en los despachos de la cancillería de Angela Merkel parecen dar ya por hecho el tercer rescate de Grecia, el líder del Ejecutivo heleno lo niega. «No necesitamos un tercer programa de ayuda», asegurar Samaras en una entrevista publicada ayer por el diario alemán Bild. En los mismos términos se manifestó el pasado fin de semana su ministro de Finanzas, Giannis Stournaras. También desde las páginas de la prensa germana.
Samaras insiste en que Grecia «está cumpliendo los objetivos» y asegura no tener conocimiento de que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, esté trabajando en un nuevo salvavidas para Grecia. El semanario alemán Der Spiegel publicó la semana pasada que Schäuble quiere ofrecer a Atenas un nuevo paquete de ayudas de entre 10.000 y 20.000 millones de euros antes de las elecciones europeas del 25 de mayo. El germano ya dio por hecho ese tercer rescate hace meses. «Tendrá que haber otro programa para Grecia», dijo en agosto pasado durante un acto de su partido, la Unión Cristiana Democrática (CDU).
Tras la información publicada por Der Spiegel, un portavoz del Ministerio de Finanzas alemán aclaró que «solo a mediados de año se sabrá si hace falta otro rescate y, en su caso, cómo será».
Samaras también cuestiona las conclusiones de un polémico estudio del banco central alemán (el todopoderoso Bundesbank), en el que se asegura que el patrimonio medio de los alemanes es menor que el de los griegos. «La encuesta se basa en datos del 2009 y no refleja las verdaderas condiciones de vida» de los ciudadanos helenos, sostiene el mandatario. Y recuerda que los griegos son ahora un 40 % más pobres que cuando empezó la crisis y que el paro está por encima del 27 %.
«En promedio, sin duda los griegos no son más ricos que los alemanes», zanja Antonis Samaras en la tercera entrevista que concede a Bild. El diario sensacionalista germano viene agitando desde el comienzo de la crisis la visión de una Alemania lastrada por la crisis griega con titulares ya famosos como «¡Los griegos quieren nuestro dinero!» o «Vendan sus islas y su Acrópolis, griegos en bancarrota».