El presidente de la CEOE anticipa la creación de entre 300.000 y 400.000 empleos en los próximos dos años
09 abr 2014 . Actualizado a las 04:48 h.El presidente de al CEOE, Juan Rosell, ha apostado por que en en la renovación del II Acuerdo Interconfederal para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2012-2014, que empresarios y sindicatos se han propuesto cerrar este año para que entre en vigor en el 2015, se otorgue un nuevo impulso a la flexibilidad interna y a los salarios variables, mientras que no ha hecho mención a la moderación salarial.
Durante su intervención en la Asamblea General 2014 de la organización, Rosell ha apostado firmemente por «la modernización de la negociación colectiva que permita una mayor flexibilidad de las relaciones laborales y una mejor adaptación de las empresas a las diversas realidades».Más aún, el patrón de patronos ha indicado que para crear empleo hay que «aliviar» la presión fiscal sobre el trabajo y fomentar la flexibilidad laboral, «no sólo en términos de entrada y salida de los mercados de trabajo, sino, también, en términos salariales». «El aumento de la adaptabilidad de los salarios potenciando la parte variable de los mismos es un elemento fundamental para estimular la contratación», ha añadido.
Unos 300.000 empleos en dos años
Por otro lado, Rosell ha insistido en que la economía española encara el 2014 con «moderado optimismo» ya que crece, pero «lentamente», y crea empleo pero de manera «insuficiente». Con todo, ha apuntado que entre el 2014 y el 2015 se crearán entre 300.000 y 400.000 puestos de trabajo y que «la inflación no constituye un problema de primera magnitud».
Entre los riesgos, el presidente de la CEOE ha hecho mención a los altos niveles de endeudamiento privado y público y ha afirmado que «el esfuerzo de consolidación fiscal debe continuar, poniendo énfasis en el lado de los gastos y no en el aumento de los impuestos, como se ha venido haciendo hasta ahora». «Necesitamos mayor financiación», ha añadido, para apostillar que también es necesario seguir reduciendo las cargas administrativas, e insistir en que «no se debe frenar la velocidad» de las reformas estructurales.