El presidente de la patronal de las pymes deja el cargo por los presuntos cobros irregulares
ECONOMÍA
Quiere evitar que su proceso judicial salpique a Cepyme en el proceso electoral en la CEOE, al que opta su número dos
06 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de Cepyme, Jesús Terciado, abandonó ayer su cargo y la vicepresidencia de la CEOE que ocupaba por su puesto en la patronal de la pequeña y mediana empresa debido a la investigación judicial sobre los cobros facturados a la organización a través de sus propias empresas.
La crisis de Cepyme irrumpe en mitad del proceso electoral de la CEOE y deja en el aire a cuál de los dos candidatos irá el apoyo de esta entidad, precisamente el mismo día en que la gran patronal ha convocado oficialmente las elecciones para el 17 de diciembre, con dos candidatos: Juan Rosell y Antonio Garamendi.
De perfil bajo, Terciado siempre ha respaldado al actual presidente de la CEOE, Juan Rosell. En la reunión del comité ejecutivo de esta organización celebrada ayer por la mañana, anunció su decisión de «delegar sus funciones temporalmente en alguno de los miembros del comité ejecutivo de Cepyme». Aunque el vicepresidente primero es Garamendi, Terciado no lo ha propuesto para asumir las funciones. Los estatutos de la patronal de las pymes solo especifican que debe ser un miembro del comité ejecutivo y que se votará a propuesta del presidente. Fuentes cercanas a Terciado aseguran que se «consensuará» un nombre y que se hará este mes.
Pero lo que está en juego no es un nombramiento sino, en realidad, dos. El apoyo de Cepyme es clave para salir elegido presidente de la CEOE, porque es la patronal que tiene mayor número de representantes (83) en la asamblea que votará al próximo líder del empresariado. No obstante, el voto es personal y en Cepyme se reproducen en cierta manera las distintas sensibilidades que hay en la CEOE, donde un sector muy descontento con Rosell ha promovido una candidatura alternativa.
Después de Cepyme, quienes más votos tendrán son la patronal madrileña (CEIM) y la catalana (Foment del Treball), con 45 representantes. En principio, ambas apoyarían a Rosell, aunque la «dimisión en diferido» de Arturo Fernández al frente de los empresarios madrileños también le complica este apoyo. Precisamente, en la cena donde se acordó presentar una alternativa a Rosell se encontraba el posible sustituto de Fernández en CEIM, Juan Pablo Lázaro.
Denuncia
La crisis en Cepyme se produce a raíz de la denuncia presentada por tres miembros de la patronal de Salamanca contra Terciado por facturar a Cepyme más de 300.000 euros a través de dos empresas suyas durante los años entre el 2010 y el 2012. El máximo representante de las pymes justificó esos cobros como una retribución, dado que no tenía sueldo y afirmó que ese era el procedimiento habitual en Cepyme, que cambió en el 2013, cuando firmó un contrato de alta dirección, con un salario superior a los 150.000 euros. Para aclarar el caso, el juez que investiga el caso ha citado a declarar la próxima semana al anterior presidente y a los actuales secretario general y gerente.
Terciado asegura que su decisión de «delegar sus funciones» en Cepyme «evitará cualquier intento de instrumentalizar la denuncia contra mí en el proceso electoral abierto en la CEOE». Ante el comité ejecutivo de la gran patronal insistió en su convicción de «haber actuado correctamente», pero también admitió que en estos momentos «los empresarios, como la mayoría de los ciudadanos, esperan decisiones firmes y sinceras de quienes ostentamos algún tipo de responsabilidad sujeta al criterio de la opinión pública».