El capital chino se instala en Galicia dispuesto a liderar sectores estratégicos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Pilar Canicoba

Inversiones en el naval, la industria pesada o la conserva superarán los 300 millones

10 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero, los inversores chinos descubrieron Portugal, en donde, en la última década, se dejaron 6.150 millones en compras de todo tipo, sobre todo financieras. Un poco más tarde, la proximidad ha favorecido la incursión del dinero chino en Galicia.

La primera avanzadilla llegó en el año 2012 con la compra del 100 % de una industria gallega, la firma Gándara Censa, especializada en calderería pesada, ahora convertida en Citic Censa y centro neurálgico del plan de expansión del consorcio chino Citic Heavy Industries hacia Sudamérica. Desde entonces, el coloso chino ha aprobado varias partida para ampliar su potencial de producción, redondeando así un montante que ya supera los 100 millones.

En septiembre del 2014, otro holding, mitad chino, mitad angoleño, China Sonangol, lanzó la mayor ofensiva de compra realizada en el sector naval gallego, al adquirir el 60 % de los astilleros del grupo Rodman (Metalships y Rodman Polyships).

Dinero al contado

La operación, todavía inacabada, contempla la toma del 100 % del grupo, por una suma de 100 millones de euros, pero esta segunda fase permanece estancada como consecuencia de la detención del magnate chino Sam Pa, el principal intermediario y facilitador de la venta. De momento, China Sonangol, que también presentó una oferta de compra por el astillero Hijos de J. Barreras, que inicialmente fue rechazada, tendría pendiente el pago del 40 % de la compra.

La industria de la conserva también ha despertado el interés asiático. Hijos de Carlos Albo ha reconocido que las negociaciones con China Resources podrían cerrarse ya en cuestión de pocos meses. La estrategia de negocio de este conglomerado empresarial asiático contempla la compra del cien por cien de Albo, y del 70 % de la firma canadiense French Creek Seafood, en conjunto por un importe de 900 millones de yuanes, equivalente a unos 130 millones de euros.

El capital chino también estaría interesado en adquirir con la firma viguesa Interatlantic Fish, proveedora de Pescanova. Las negociaciones se remontan a este pasado verano, aunque no existe confirmación por parte de la empresa del estado de las conversaciones.

Una vez consolidadas las principales inversiones, china se convertirá en el primer inversor extranjero en Galicia con más de 300 millones en los tres últimos años, seguido de Brasil (169 millones), Italia (110) y México (67).

Por el camino también se han quedado algunos proyectos frustrados. Nada se sabe del empresario chino Cunhui Nan, que en el año 2007 desembarcó en la Xunta del tripartito con un plan para crear en Galicia el mayor parque fotovoltaico de Europa y uno de los más grandes del mundo, de la mano de Grupo Chint.

Tampoco ha dejado rastro el magnate chino Shaowu Huang, que figura en la lista Forbes que hace dos años se interesó por invertir en el cultivo de la camelia y de la denominación Rías Baixas.

Análisis | Las razones de la inversión

Bajo coste laboral, ubicación puente con América y África y oportunidades de compra, claves del interés asiático. Galicia es un enclave estratégico para la entrada de capital asiático, como lo está siendo en el conjunto de la península. Las grandes inversiones de compañías chinas en España durante el pasado año se dispararon un 49 %, rebasando por primera vez en la historia los 600 millones de euros. El bajo coste de la mano de obra, una ubicación geográfica que tiende puentes entre puente tres continentes (Europa, África y América), un buen clima, la seguridad y una moneda estable son las claves que explican el interés de las grandes corporaciones chinas. Así lo asegura el resultado de un estudio de la Esade (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas) basado en entrevistas realizadas a directivos de 24 empresas chinas instaladas en España. «Se ha detectado que el clima de negocios en España recibe una valoración más que positiva, en general. Contribuyen a ello la capacitación de los recursos humanos y la calidad de las infraestructuras, especialmente de puertos y aeropuertos», dice el informe. En el otro lado de la balanza, sin embargo, pesan la burocracia y la presión fiscal.

El profesor de IESE Pedro Nueno explica que las compañías chinas que quieren invertir en España están interesadas en todos los sectores: «Se ven adquisiciones en el sector farmacéutico, en el del automóvil y componentes, en alimentación o en inmobiliario». Destaca como grandes operaciones lideradas por dinero chino la entrada en Campofrío que ha pasado a estar participada por el grupo chino Shuaghui; la de NH Hoteles, que dio entrada en su capital al grupo HNA; y la venta del Edificio España en Madrid a uno de los hombres más ricos de China, Wang Jianlin, por 265 millones. Nueno sostiene que España no es aún un país «demasiado conocido», y considera que la inversión crecerá en próximos años.