Francisco Conde: «Galicia ha tomado ventaja en la carrera de los aviones no tripulados»

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

SANDRA ALONSO

«Les hemos dicho a Indra e Inaer: queremos un nueva industria pero que sea útil para esta comunidad», afirma el conselleiro de Economía

06 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Parecen juguetes, pero moverán 65.000 millones de inversión en la próxima década en todo el mundo. Galicia llegó tarde al despegue de la industria aeronáutica, pero está a tiempo de engancharse a un gran negocio. El sector de los aviones no tripulados nacerá de una forma un tanto artificial. La Xunta ha puesto 40 millones de euros sobre la mesa para seducir a las empresas inversoras. Indra e Inaer han respondido a las expectativas, y así arrancará en abril el primer parque tecnológico e industrial de naves civiles no tripuladas de España en lo que ahora es el aeródromo de Rozas (Castro de Rei, Lugo). Hasta el 2026 captará 115 millones de inversión. «Quisimos pivotar el proyecto sobre la industria, que la propia industria sea lo tractora del conocimiento y comercialice el producto», explica el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde.

-¿Qué se va a hacer en Rozas?

-Les hemos dicho a las empresas adjudicatarias: queremos una nueva industria, pero que sea útil para Galicia. Monten ustedes este centro tecnológico y desarrollen los sistemas que a mí, como Xunta de Galicia, me permitan responder a los retos que tengo para gestionar mi territorio. Estamos hablando de aplicaciones para salvamento marítimo, vigilancia de rías, furtivismo, seguimiento del patrimonio, prevención de incendios... Van a estar implicadas todas las consellerías.

-¿Eso quiere decir que la Xunta va a ser el principal cliente?

-Va a ser el principal proveedor de necesidades. Lo que exige la oferta es que se desarrollen esas aplicaciones. Les hemos marcado los retos. Nuestros socios, con esos 115 millones, generarán los productos sobre los cuales nosotros, como Xunta, tenemos el derecho de uso y propiedad intelectual; y ellos la capacidad para comercializar y generar industria y una actividad económica.

-¿La Xunta participa del negocio de la comercialización?

-No, la Xunta no va a comercializar. A mi me interesa usar la tecnología y que las empresas generen el mercado. El negocio va a estar en si Inaer e Indra venden los aviones, entonces se fabricarán en Rozas. Galicia gana con el efecto indirecto de la comercialización. Quiero que actúen de tractoras de un sector, que tiren de mi tejido productivo. Las dos empresas se comprometen a permanecer en Galicia hasta el 2026.

-¿Y no hay compromiso de resultados?

-Se les van a exigir hitos en el contrato: creación de un centro tecnológico, otro de control del tráfico aéreo, una oficina de diseño y certificación, unidades de instrucción para pilotos y operadores de sensores, una incubadora de empresas... Para Galicia significa tomar una ventaja internacional en la carrera tecnológica de los aviones no tripulados, y hemos buscado el mejor equipo para ganarla. Vamos a trabajar para tener éxito en esta apuesta por una nueva industria.

-Siendo Airbus el principal cliente de la aeronáutica gallega, ¿por qué no ha ganado su oferta?

-Había planteamientos imprescindibles en la licitación: valoraríamos el mayor compromiso de generación de empleo y de inversión: y que las empresas adjudicatarias tuvieran efecto tractor y de desarrollo de nuestro tejido industrial. Airbus tenía una muy buena propuesta, pero el mayor efecto multiplicador, claramente lo ofrecieron Indra e Inaer. De entrada, va a suponer un mínimo de 18 millones de euros en componentes de fabricación para otras tantas empresas gallegas y otros 24 en diversos contratos de I+D para centros tecnológicos y universidades.

-¿Que Indra registrara pérdidas de 600 millones en el 2015 no les genera inquietud o inseguridad?

-La situación de Indra es conocida y está adaptando su plan de negocio, en el que el desarrollo de aviones no tripulados tiene prioridad. El compromiso de Indra con Galicia va a quedar plasmado en un contrato. Tenemos plena confianza. Estamos ante un socio muy solvente desde todos los puntos de vista.

-Limitar el proyecto al uso civil, no es renunciar a donde de verdad está el negocio, que es en el ámbito militar?

Desde el primer momento centramos el proyecto en las aplicaciones civiles, porque nuestros retos tecnológicos necesitan aplicaciones civiles. Además parte importante de los fondos europeos que estamos destinando exigen que el proyecto sea civil. A la hora de la comercialización, yo vendo a quien me lo compre.

-Otro sector que recibe un gran apoyo económico de la Xunta es la automoción. ¿Qué piensa de los nuevos ajustes de empleo de PSA Peugeot Citroën?

-Cuando estaba en juego la adjudicación de la K9, que va a suponer 2 millones de coches en 10 años, se hizo un gran esfuerzo entre todos y se ganó la partida. Ahora estamos ante una nueva oportunidad para toda la automoción para tener un nuevo modelo. Estamos haciendo un seguimiento del impacto que esta decisión puede tener en Galicia en términos de empleo e inversión. Apoyaremos un proyecto que tenga un impacto positivo.

-El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha emitido una sentencia que cuestiona el concurso eólico. ¿Qué van a hacer?

-Ya hemos presentado el recurso ante el Supremo. Es una sentencia más y, además es contradictoria con otra emitida por el TSXG, hay fundamentos jurídicos para plantear el recurso de casación. Vamos a seguir desarrollando el concurso eólico.

«Tenemos la esperanza de que la posición de Pemex en Galicia no se vea afectada»

El conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, analiza la situación por la que atraviesan los astilleros gallegos, y hace balance de la intervención de la Xunta.

-¿Teme un impacto de la crisis de Pemex sobre sus intereses en Galicia: los dos floteles en construcción y su participación en Barreras?

-Nosotros nos encontramos en el 2011 un sector naval al borde de la quiebra por el expediente del tax lease y por la falta de pedidos. Había una prioridad, que era dotar de carga de trabajo al sector. En ese contexto tenemos que situar la alianza con Pemex. No puedo tener más que palabras de agradecimiento del compromiso de Pemex con el sector naval. Nos dotó de una carga de trabajo que no teníamos y compró mayoría del capital social de Barreras.

-La situación económica de Pemex era otra.

-Cierto, estamos ante un cambio abrupto, con la caída del precio del petróleo. Eso ha generado un impacto en las grandes petroleras. Todas están adaptando sus planes de inversión. Tendremos que adaptarnos a este nuevo contexto. Pemex está tomando decisiones, y tenemos la esperanza de que su posición en Galicia no se vea afectada, ni desde el punto de vista constructivo ni por la permanencia en Barreras. El Gobierno de Galicia va a seguir trabajando con el sector naval, preocupándonos porque haya mayor carga de trabajo y mayor diversificación. Pemex forma parte de nuestro sector naval.

-¿Tendrá solvencia suficiente para afrontar los pagos de los floteles?

-La construcción de los barcos está en tiempo y forma. Está siendo tutelada por la propia Pemex y el 16 de junio tenemos marcado el hito de la entrega.

-Hay que preocuparse por la demora en la firma del contrato de Navantia con Arabia.

-No se está retrasando, simplemente los tiempos de contratación en el naval tienen sus pautas hasta que el contrato entra en vigor. La firma del acuerdo está en su fase final y la expectativa que tenemos es que se puede llevar a término. También está en la fase final la licitación de las dos unidades con Australia, estamos con expectativa ciertas de que se puedan concretar.

-Hasta qué punto se pueden dar por seguros.

-El contrato de Arabia Saudí esta pendiente de firma para la entrada en vigor. El de Australia esta en la lista corta, quedan tres astilleros.