Los seis grandes, con sede en Madrid y Barcelona, se comen ya más del 70 % del negocio bancario español

El proceso de reestructuración financiera en España -con la fusión de decenas de entidades, la conversión de las cajas en bancos y la intervención y subasta de media docena- ha provocado la mayor concentración de negocio bancario que se ha visto recientemente en Europa. Y ese proceso que encamina a España hacia un oligopolio no se ha detenido. Hace siete años, los cinco grandes del sector agrupaban menos de la mitad (el 46 %) de los créditos y depósitos de familias y empresas. En el 2013 esa tasa ya se había ampliado hasta el 58 %, según los datos del BCE. Y en el primer trimestre de este año, ese porcentaje está ya por encima del 64 %. Es decir, que 6 de cada 10 euros prestados en España están en los balances de Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Popular. Todos, grupos financieros con sedes en Madrid o Barcelona. Es un crecimiento de seis puntos en poco más de un año, cuando antes de la reordenación bancaria -había entonces una fuerte competencia entre los sectores de bancos y cajas-, lograr un punto era algo muy complejo. Si además se le suma a los cinco anteriores a Bankia -entidad parcialmente nacionalizada-, ese porcentaje sube por encima del 72 %, según datos de las patronales CECA y AEB con los balances individuales de todos los bancos (los que incluyen solo el negocio en España). Además, no se incluye en esta relación el negocio de Catalunya Caixa, que ha integrado el BBVA.

Detrás de esa concentración está precisamente el intenso proceso de compras que han acometido los grandes del sector. El Sabadell se hizo con dos entidades intervenidas, la CAM y el Gallego, por un euro cada una. Caixabank ha engordado gracias a Banca Cívica, Caixa Girona, Banco de Valencia y Barclays. El Popular absorbió el Pastor. Y ese baile es muy posible que se retome.

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