Marta Fernández Currás da el salto a la privada

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

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La política gallega cambia la secretaría de Estado de Presupuestos por una de las grandes auditoras mundiales

15 nov 2016 . Actualizado a las 09:50 h.

Quienes la conocen aseguran que Marta Fernández Currás (Vigo, 1963) lleva en la sangre el servicio público. Y el currículo de la saliente secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos lo confirma. La trayectoria profesional de esta viguesa de nacimiento y coruñesa por elección, inspectora de Hacienda e interventora del Estado, está indisolublemente ligada a la administración. Hasta ahora que, tras pedir el cese voluntario, va a dar el salto a la empresa privada, incorporándose al área de sector público de Ernst & Young (EY), una de las big four, el selecto grupo de las mayores consultoras del mundo, junto con KPMG, PwC y Deloitte.

La oferta de EY llevaba «mucho tiempo» sobre la mesa de Fernández Currás, confirma su entorno, apuntando que este era el momento idóneo para dar un paso que «firmará en los próximos días». Mientras tanto, ultima el traspaso a su sucesor en el cargo, Alberto Nadal.

Su hoja de servicios en la administración, como funcionaria y como política, es extensa. Ha sido desde delegada del Instituto de Estudios Fiscales en Galicia a responsable de recaudación de la Administración Tributaria en la comunidad, además de pionera en hacer añicos más de un techo de cristal.

Primera interventora en la Xunta

Y es que, armada con una formación técnica extraordinaria, derribó los estereotipos asociados a su cuidada imagen y se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de interventora xeral de la Xunta, con el Gobierno bipartito, donde estuvo dos años y renunció en el 2007 por desavenencias con el entonces conselleiro socialista José Ramón Fernández Antonio, al que, casualidades de la vida, sustituyó en el cargo en el primer Gobierno de Alberto Núñez Feijoo.

Porque, de nuevo, Fernández Currás fue la primera mujer al frente de Facenda, igual que después -en diciembre del 2011- se convirtió en la primera secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos del Gobierno de Mariano Rajoy. Asumió el cometido «más ingrato» del Ejecutivo en el momento más difícil, apuntan fuentes próximas: «Reconducir las finanzas públicas, decir no a los gastos, ha sido un puño enguantado en seda», explican quienes bien la conocen.

Casada y sin hijos, su entorno destaca, además de su cualificación, su enorme capacidad de trabajo. «Es metódica y exigente. Te exige a ti, pero a ella el doble», explican quienes trabajaron a su lado en sus diferentes etapas en la administración, y subrayan también su amor al deporte. Siendo conselleira, recuerdan, «tenía una hora sagrada al día: la del gimnasio», algo que sacrificó en sus cinco años al frente de la secretaría de Estado. El deporte quedó desplazado -que no olvidado- a los fines de semana en A Coruña, donde mantiene su domicilio particular: dos horas recorriendo completo el paseo marítimo, y una más de gimnasio. «Se va con la sensación de haber hecho el trabajo que le fue encomendado, con los deberes hechos, aunque aún quede mucho por delante», resumen.