El máximo directivo de Abertis coge el timón para pilotar un plan de inversiones que despejará para bien o para mal el futuro de la central térmica de Meirama
07 feb 2018 . Actualizado a las 01:10 h.Al nigeriano Adebayo Ogunlesi lo llaman Bayo, para abreviar. Es el presidente del fondo de inversión estadounidense Global Infraestructure Partners (GIP, también para abreviar), tercer accionista de referencia de la eléctrica española Gas Natural Fenosa, con el 20 % del capital. Pues desde que Bayo y su equipo invirtieron su dinero en la compañía (3.802 millones), en septiembre del 2016, han pasado muchas cosas. Parecen estar marcando el rumbo de la empresa. Y eso que tienen enfrente a dos socios españoles que suman el 44,5 % del capital: La Caixa (24,4 %) y Repsol (20,1).
Con GIP llegó, ese mismo mes de septiembre del 2016, el relevo del presidente de la compañía. El histórico Salvador Gabarró (que falleció meses después) fue sustituido por Isidro Fainé, quien hasta tres meses antes ocupaba ese mismo asiento, pero en el banco CaixaBank. Todo quedaba, pues, en casa.
El pupilo del propio Fainé
Ahora, año y medio después, a Fainé (de 75 años) le toca pasar el timón a Francisco Reynés, ya exvicepresidente y consejero delegado de Abertis. Está considerado como el pupilo del propio Fainé, pues se formó bajo sus alas en compañías como Abertis, controladas por La Caixa, durante los diez últimos años. Pero el veterano banquero, que seguirá como presidente de honor de la compañía, tuvo que pactar el nombramiento con GIP, según fuentes de la empresa.
El consejo de administración de la gasista aprobó ayer que Reynés asuma plenos poderes ejecutivos. O sea, hará el trabajo de Fainé y también el del consejero delegado, Rafael Villaseca, cuyo contrato vence esta primavera, pero que seguirá como presidente de la fundación.
El nuevo presidente ejecutivo de la eléctrica será el responsable de pilotar el plan estratégico de la sociedad hasta el 2022, que sustituirá al actual, previsto para el período 2016-2020. Un plan en el que se revisarán inversiones previstas. Como, quizá, la que estaba autorizada para adaptar la central térmica de Meirama (Cerceda) a fin de reducir emisiones contaminantes y prolongar así la vida útil de la instalación hasta el 2045. Los responsables de la compañía habían confirmado el gasto de los 120 millones de euros precisos, pero Villaseca reconoció hace un año que la decisión estaba en el aire. De momento, ahí sigue.
El cortejo de CVC a Repsol
El fichaje de Reynés es, de momento, el último capítulo de la reciente historia de Gas Natural Fenosa desde que llegó hace año y medio el nuevo socio. El penúltimo fue el romance entre Repsol y el fondo CVC -antiguo dueño de la cablera gallega R- para vender el 20,1 % que posee en la eléctrica. La Caixa vuelve a estar detrás de esta operación, pues es el principal accionista de la petrolera. Si las conversaciones fructifican, Gas Natural Fenosa quedaría definitivamente en manos de fondos de inversión, pues entre GIP y CVC sumarían el 40 % del capital, frente al 24,4 % de La Caixa.
Los antiguos dueños de R ofrecían por ese 20 % los 4.000 millones que valía ese trozo de la tarta en el mercado. Pero eso fue hace tres semanas. Ayer, costaba 500 millones menos, debido a la depreciación de las acciones.
Durante esta etapa con GIP, la compañía ha vendido activos gasistas en Colombia e Italia y el 20 % de su negocio de distribución de gas en España que le han reportado 4.500 millones.
Primera en Galicia en distribuir y comercializar electricidad
Quién manda en Gas Natural Fenosa es vital para Galicia desde que hace diez años la compañía catalana adquirió la gallega, entonces en manos de ACS. Gracias a esa operación, la empresa energética es hegemónica en Galicia en casi todas las actividades del negocio eléctrico. Así, es la principal distribuidora de electricidad de la comunidad, pues copa el 85 % del mercado gallego, donde da servicio a 1,5 millones de puntos de suministro en 286 municipios a través de una red de cerca de 60.000 kilómetros de líneas de alta, media y baja tensión.
Gas Natural Fenosa también es la primera comercializadora de energía eléctrica, con 1,7 millones de clientes, según datos facilitados por la compañía. En el negocio del gas natural cuenta con una red de distribución de más de 3.400 kilómetros y cerca de 290.000 puntos de suministro en 77 municipios gallegos. Además, comercializa este combustible a 214.000 clientes.
En el campo de la generación, gestiona 1.256 megavatios de energía hidráulica a través de 26 centrales, especialmente en el río Miño; otros 580 megavatios de carbón, en la central térmica de Meirama (Cerceda) y 397 en ciclos combinados, en la planta de Sabón (Arteixo).
En energías renovables cuenta con 320 megavatios eólicos en trece parques, 107 de minihidráulica en nueve centrales, 59 de cogeneración, dos de biogás y 50 de térmica de residuos sólidos.
En los dos próximos años, Gas Natural Fenosa tiene previsto invertir en torno a 200 millones de euros en la construcción de nuevos parques eólicos en la comunidad gallega. Tiene en cartera, de momento, seis más.