El pequeño comercio dice basta: «Hay gente que le perdió el respeto a nuestro trabajo»
ECONOMÍA
Cristina Dorrío lleva 25 años trabajando en el sector y dice que la situación actual es «inaguantable»
16 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El pequeño comercio está en el ADN de la localidad coruñesa de Padrón, centro económico de la comarca del Sar y de otros concellos próximos. Por ello, el sector no fue ajeno a la campaña en la que se escenificó su cierre, de modo que medio centenar de negocios taparon por un día sus escaparates y se hicieron invisibles. Entre ellos estuvo la Zapatería Soletess, abierta hace ocho años por Cristina Dorrío Rey.
Esta emprendedora tiene 40 años pero lleva desde los 15 en el comercio, siempre en zapaterías, un sector en el que empezó a trabajar un verano, cuando aún era una estudiante. De ahí le viene su primer contacto con un oficio que ya define como «mi pasión».
Como muchos otros comerciantes, Cristina Dorrío apunta a las grandes superficies y a la venta por Internet como dos de los grandes problemas del sector, a los que ella añade un tercero: «La falta de respeto». Así, cuenta que, en estos 25 años que lleva en el gremio, notó el «cambio que pegó el público»: «La gente le perdió el respeto a nuestro trabajo», y ello implica, por ejemplo, que alguien le encargue unos zapatos y no pase en dos meses a recogerlos, con lo que ese par está en la tienda, «parado», sin vender.
Pero también habla del cliente fiel, el que «sigue viniendo porque sabe que nunca le engañamos, porque tiene confianza en nosotros», dice. Ese consumidor que compra varios pares de zapatos es al que, explica Dorrío, se le da la opción de aplazar un pago cuando sabe que «lo está pasando mal». «Eso no lo hacen ni en las grandes áreas comerciales ni en Internet», cuenta la propietaria de la Zapatería Soletess.
Resalta, además, que los clientes no son para ella, ni para el pequeño comercio, un «simple número. Muchos ya no son solo clientes, sino también amigos con los que intercambio penas y alegrías» y de ahí que destaque el «trato cercano» que ofrece el pequeño comercio.
Un sector que, en su opinión, está «diciendo basta ya porque esto es inaguantable» y al que ahora se le suma, recuerda, la subida de la cuota de autónomos. En Padrón, los negocios luchan, además, contra el elevado precio de los alquileres aunque, en su caso, reconoce que tuvo suerte, porque en su momento se lo bajaron. No es lo habitual. De hecho, tal y como señala Cristina Dorrío, algunos prefieren tener el local vacío, y deteriorándose, antes que cobrar menos por él.