Apretarse el cinturón no tiene premio

L. D. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El Gobierno inclina el reparto de las inversiones hacia las comunidades que no cumplen los objetivos de estabilidad

16 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Premiar a las comunidades que se saltan las reglas. Es lo que algunos Gobiernos autónomos, entre ellos el gallego, entienden que ha hecho el Ejecutivo de Pedro Sánchez con los Presupuestos, al priorizar la inversión en regiones como Cataluña y la Comunidad Valenciana, que llevan años incumpliendo los objetivos de estabilidad y se mantienen a flote gracias a la respiración asistida que les presta el Estado en formas de planes de financiación.

«Como gestor público me preocupa que las comunidades que hemos venido ajustando el déficit y la deuda, que no hemos pedido dinero al Estado para llegar a final de mes, nos encontremos ahora con que aquellas a las que se les han prestado 70.000 millones y se les han condonado intereses por valor de 20.000 millones se les aumenta la inversión en un 52 %», apuntó el presidente de la Xunta en una entrevista en Onda Cero, en la que puso de relieve el contraste entre el trato que se les da a las comunidades incumplidoras y el recorte de casi el 20 % que sufrirá Galicia: «Es una invitación muy clara a que las comunidades lo incumplamos todo, no nos ajustemos al presupuesto, incrementemos nuestra deuda y le digamos al Ministerio de Hacienda que la paguen el conjunto de los españoles».

Pero esa discriminación que denuncia Feijoo no solo la padece Galicia. Otras regiones de las denominadas cumplidoras, como Madrid o La Rioja, que se han apretado el cinturón para no desviarse ni una décima del listón fijado por Hacienda, se encuentran ahora con un tijeretazo de las inversiones que, en el caso riojano, roza el 41 % respecto al Presupuesto del año pasado.

Por contra, entre el grupo de las comunidades saneadas, solo Navarra y Asturias ven recompensado su esfuerzo con un guiño del Ejecutivo en las cuentas públicas, en forma de más partidas.

El gallego no ha sido el único mandatario en alzar la voz para denunciar el reparto de fondos en los Presupuestos del Estado para este año. Lo hizo también el presidente canario, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria, que destacó que, de salir adelante, las cuentas públicas solo servirán para «seguir alejando» a Canarias de la media de inversión del Estado. «No somos más que nadie pero tampoco somos menos que otros», remarcó.

En el PNV, socios necesarios del Gobierno para la aprobación de los Presupuestos, tampoco ha sentado bien el recorte de la inversión en el País Vasco, otra de las comunidades que no se ha desviado de la senda de la responsabilidad fiscal. El presidente del partido, Andoni Ortuzar, deslizó que el grupo nacionalista vasco en el Congreso no descarta la posibilidad de presentar una enmienda a la totalidad si el Ejecutivo no cumple con la agenda vasca, la batería de inversiones que habían pactado con Rajoy apenas un mes antes de censurarlo.  

Los expertos discrepan

Pero no todos comparten la tesis de Feijoo. Para Patricio Sánchez, profesor de Economía Financiera de la Universidade de Vigo y miembro del Foro Económico de Galicia, «los Presupuestos tienen que atender a múltiples realidades» y la disciplina fiscal no puede condicionar la distribución de partidas que, en temas como infraestructuras, deben contribuir a la cohesión territorial. El cumplimiento o no del déficit, contrapone, sí debería ser un criterio que se tenga en cuenta cuando se abra el melón de la financiación autonómica, para que las regiones que han hecho los deberes no se vean orilladas en favor de las que han tenido que ser rescatadas. En todo caso, Sánchez, que reconoce que Galicia «no sale bien parada» del reparto de la tarta, recuerda que estos Presupuestos pueden convertirse pronto en «papel mojado», ya que no hay garantías ni de que pasen el primer gran trámite parlamentario, el de las enmiendas a la totalidad.

Por su parte, el economista Venancio Salcines, del Grupo Colmeiro, coincide en que el cumplimiento del déficit no puede determinar cómo se trocea la partida para inversiones. A su juicio, si Galicia ve mermada su participación en ese reparto es porque se va finalizando la construcción del AVE y desde la comunidad no se ha impulsado otra demanda colectiva que la sustituya, para lo que reclama un consenso político.