«Con el autoconsumo y el coche eléctrico no se fundirán los plomos»

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Sevilla garantiza que habrá energía para todos, de hecho, con tantas renovables, alguna se desperdiciará

01 nov 2019 . Actualizado a las 13:29 h.

El economista Jordi Sevilla nació en Valencia en 1956, pero tiene casa de veraneo en Cambre, que su mujer heredó de sus padres. Así que el que fue ministro de Administraciones Públicas con el Gobierno socialista de Zapatero y ahora presidente de Red Eléctrica de España (REE) se siente como pez en el agua en Galicia. Hace unos días participó en un tú a tú en el Club Financiero Atlántico de A Coruña.

-REE se enfrenta a todo un reto: integración de una lluvia de renovables, bum del autoconsumo eléctrico de particulares y extensión del coche eléctrico. ¿Cómo afectará al consumo y a la gestión de la demanda?

-Estamos asistiendo a toda una revolución, sí, que puede generar problemas al operador del sistema. Por eso es clave tener todos los datos para hacer la predicción de la demanda. Estamos trabajando en un proyecto de data hub, con una prueba piloto en Mallorca que está funcionando bastante bien, para que REE pueda ser el gestor neutral de datos de la demanda. Pero como yo digo, si se el coche eléctrico y el autoconsumo son un éxito, no se fundirán los plomos, seguirá habiendo energía para todos.

Si se cierran centrales es porque hay un informe garantizando el suministro»

-Pero ¿están preparados para incorporar 5.000 megavatios renovables nuevos al año?

-Tener la mitad de la generación con energías no continuas o no controlables [la eólica y la fotovoltaica] complicará la garantía del suministro, lo cual obligará a tener más afilados los elementos de almacenamiento (las centrales hidráulicas de bombeo y las baterías) y la gestión de las tecnologías de respaldo, sobre todo el gas. De todos modos, ya vivimos una fuerte integración en el pasado, creo recordar que 3.000 megavatios, y somos referente mundial, aunque es verdad que este desafío casi duplica a aquel. ¿Vamos a ser capaces de tener la generación en tiempo? Eso va a depender de la planificación, que estamos iniciando y en la que las comunidades autónomas van a tener un papel muy importante, con todos los trámites, permisos y ubicaciones. El problema no va a estar ahí, los temores que pueda haber sobre las renovables es la capacidad de gestionar los vertidos. La renovable no es controlable, cuando no hay no hay, pero cuando hay, puede haber mucha, mucha más de la demanda. Por tanto, ¿qué haces con ese exceso? Lo más productivo es meterlo en las interconexiones, pero habrá una parte que se tendrá que desperdiciar porque no hay capacidad de utilizarla en un momento determinado. El típico día que el viento sopla y el sol luce, pues a lo mejor se genera mucho más de lo que somos capaces de gestionar. Pero todo eso tiene que acabar siendo rentable para el que hace la inversión. En un mercado como el que tenemos en este momento, hay quien piensa que necesitaremos reformas del mercado mayorista de electricidad para que los incentivos no resulten perversos y llegue un momento en que no resulte rentable invertir en fotovoltaica o en eólica. Digo dentro de 20 años, no mañana, habrá que ajustar la regulación del mercado.

-¿De qué manera?

-El mercado funciona al coste marginal, en teoría. El coste marginal de una renovable nueva es cero. Si el mercado solo te retribuye cero... La alternativas son los contratos bilaterales, las subastas... En mercados de otras fuentes de energía, como el del petróleo, solo afecta al 20 % de los intercambios, el resto son contratos a largo plazo. Ese cambio se va a tener que producir.

Estamos pensando en extender la interrumpibilidad industrial a grupos de autoconsumo»

 -¿Le gustaría que empresas de sectores estratégicos fuesen públicas de nuevo? Como Endesa o Inespal (ahora Alcoa).

-No, no creo que ninguno de los problemas que pueda haber en este momento se resuelvan con una propiedad 100 % pública, no veo que el problema esté en la propiedad, lo está más en la regulación o en los incentivos.

-¿Qué habría que hacer con Alcoa?

-El Gobierno está intentando buscarle un socio que sea capaz de mantener la producción, a mí me parece un buen intento y todos tendríamos que apoyarlo.

-Pero ¿habría que darle todos los incentivos que pide?

-Hay un problema con las industrias electrointensivas, pagan un precio superior a la media de los otros países de la UE y eso afecta a su competitividad. Por eso el Gobierno está trabajando en un estatuto para buscar una solución que intente casi, casi la cuadratura del círculo.

Una parte de la nueva energía renovable se tendrá que desperdiciar porque no hay capacidad de utilizarla en un momento determinado»

-El año que viene van a cerrar la mayor parte de las centrales de carbón, incluida la gallega de Meirama, ¿van a poner en riesgo la seguridad de suministro?

-En este país no se cierra ninguna central que no tenga un informe de REE diciendo si afecta o no a la garantía de suministro. Por tanto, si se cierran es porque ya hay un informe de REE diciendo que está garantizado el suministro.

-El plan nacional de energía y clima, le encantará, claro.

-Totalmente. La transición es inevitable, imparable y necesaria. Este plan me gusta, además, hemos colaborado con las simulaciones que hace.

-Y ese plan ¿cómo va a impactar en la factura de la luz?

-En la medida en que el coste variable de las energías renovables es más barato que el de las energías tradicionales, el precio del mercado tenderá a bajar.

No creo que ninguno de los problemas que pueda haber en este momento se resuelvan con una propiedad 100 % pública, no veo que el problema [de Alcoa] esté en la propiedad, lo está más en la regulación o en los incentivos»

-Las hidráulicas tienen lo que se conoce como «windfall profit», o beneficios caídos del cielo. ¿Acabaría con ellos?

-Creo que en un sistema con mucho mayor peso de renovables, la hidráulica tiene un papel estratégico diferente, y clave. Por lo tanto, de alguna manera tendríamos que asegurar que la capacidad de influencia del operador de actuar sobre las hidráulicas sea mayor que ahora.

-Y ¿con esa capacidad de influencia mayor no habría esos beneficios extra?

-Evidentemente.

Tendríamos que asegurar que la capacidad de influencia del operador de actuar sobre las hidráulicas sea mayor que ahora»

-¿Sigue siendo necesario el mecanismo de interrumpibilidad?

-Es conveniente tenerlo desde el punto de la vista de la garantía del suministro. Y más en un contexto de alta penetración renovable. De hecho, estamos pensando en extender este mecanismo a grandes agregadores de demanda que surgirán al calor del autoconsumo. Es decir, actuar no solo sobre la demanda industrial, también sobre la particular. Dicho eso, la experiencia nos dice que la interrumpibilidad, por motivos de garantía del suministro, es muy escasa.

-¿Qué fórmula propone para abaratar la factura de la luz?

-Hay que ver cuántas cosas pagamos en la factura de la luz. Nosotros (REE) solo representamos el 5 %. Si empiezas a desglosar, hay dos grandes partidas, el precio de la generación, que irá bajando a medida que se vayan introduciendo más renovables; y costes de política energética, que en otros países van en Presupuestos. Es una opción que se ha contemplado, que ningún Gobierno ha querido aceptar, pero que abarataría el coste de la energía y mejoraría la competitividad de las empresas. Es una vía que hay que explorar, tendría un impacto del 30 % de la factura.

«Tendremos el 90 % de Hispasat, y tampoco hace falta tener tanto»

-REE va a crear una empresa tecnológica para el desarrollo de baterías. 

-Queremos desarrollar la parte no regulada del grupo. La pronta incorporación de Hispasat, va a significar un espaldarazo muy fuerte a la línea de telecomunicaciones. Ya tenemos una empresa de fibra óptica, Reintel, a la que tenemos que darle cuerpo accionarial, tenemos que ver qué hacemos con Hispasat, en este momento tendríamos casi el 90 % y tampoco hace falta tener tanto... Hay mucha reflexión que hacer. El grupo ha carecido hasta ahora de estrategia de internacionalización, tenemos cosas fuera, en Chile y Perú, pero tenemos que darle impulso. REE es muy tecnológica, el centro de control de operación no se entiende sin la inteligencia artificial y es una empresa en la que no se entiende el manejo y el mantenimiento de las redes sin la Internet de las cosas. Somos ya una empresa muy tecnológica, aunque no siempre se nos vea así. La idea de crear una empresa innovadora tiene esas dos facetas, ayudar a la transformación tecnológica de REE y servir de punto de atracción para todos los que trabajan en la innovación, investigación, y start-up relacionadas con el mundo de la energía y las telecomunicaciones, tengan un referente para poner en práctica sus ideas. La ambición no es solo las baterías, que ya tenemos algunos proyectos, estamos también con el refuerzo de la inteligencia artificial de una parte del centro de control, y la capacidad que tiene la capacidad de la tecnología de romper barreras entre empresas es tan grande... Estuve hace poco con el presidente de Seat, están trabajando con pila para el coche eléctrico, yo no soy ingeniero, pero estoy seguro de que los principios de la investigación de una batería para un coche o una batería para una red no son tan distintos. Tendría sentido que trabajáramos juntos, para eso quiero una empresa tecnológica, para que nos abra fronteras.

-Pero esa empresa tecnológica, ¿desarrollará baterías y las venderá?

-La empresa apoyará start-ups que estén trabajando en nanosatélites, por ejemplo, y comercializará alguno de los proyectos que tenemos, como uno de mantenimiento de la red a partir de la Internet de las cosas, que si lo movemos bien, estoy seguro de que muchos países nos lo querrían comprar.