Iberdrola también cerrará las dos centrales de carbón que le quedan, en Asturias y Palencia

l. p. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

José Méndez | efe

Sustituirá las térmicas por instalaciones renovables

02 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Iberdrola pone punto y final a su etapa en la producción de carbón. Cerrará las dos últimas centrales que le quedaban, situadas en el norte de España, y las sustituirá por energía eólica y solar de última generación, lo que convierte a la empresa vasca en «la mayor eléctrica del mundo sin producción de carbón». Así lo anunció ayer el presidente de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán. En concreto, Iberdrola ha propuesto al Ministerio de Energía el cierre de las plantas de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia) para construir en su lugar 420 megavatios eólicos y fotovoltaicos en el área de Velilla y cuatro parques eólicos en el de Lada, que sumarían unos 130 MW.

«Para nosotros la transición energética empezó hace 20 años, no es una cosa de ahora. Nos tomamos en serio el Protocolo de Kioto y empezamos a hacer todas las cosas necesarias para que esa transición sea justa con aquellas personas que se pudieran ver afectadas», subrayó Galán en el marco del inicio de la Cumbre Mundial del Clima, o COP25, que comienza hoy en Madrid.

Este cierre no afectará al empleo directo, ya que Iberdrola se ha comprometido a recolocar al 100 % de la plantilla, que se destinará tanto a las labores de desmantelamiento de ambas plantas, que se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre por parte del Ministerio de Transición Ecológica, como en otras instalaciones renovables de la empresa. Además, la eléctrica desarrollará un potente proyecto de reactivación social y económico para esas zonas.

Así las cosas, Iberdrola habrá cerrado en 15 años un total de 17 centrales térmicas de carbón y fuel oil en distintos países, «y no ha habido ni un solo problema social ni sindical», puntualizó el directivo.

25.000 millones de inversión

Iberdrola ha invertido solo en España más de 25.000 millones de euros, destinados fundamentalmente al despliegue de las energías limpias, el desarrollo de tecnologías de almacenamiento y a propiciar una red de distribución eléctrica más robusta e inteligente con el objetivo de integrar más renovables y más recursos distribuidos.

Estas inversiones han generado más de 80.000 empleos en el país, según la empresa. «Hay que seguir, esto es un tema de todos», animó Galán, quien se felicitó de que «ahora todo el mundo» quiera apostar por las energías verdes. «Me alegra muchísimo que de repente todo el mundo se quiere transformar en verde. Estoy encantado porque ha sido mi lucha de más de 20 años, intentar que este planeta sea más verde y que dejemos el mejor planeta a las futuras generaciones», concluyó.