Así son los avales del ICO para empresas afectadas por el coronavirus, disponibles desde este lunes en los bancos

J. M. C. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Óscar Vázquez

No se podrá condicionar la aprobación de los préstamos a la contratación por parte del cliente de ningún otro servicio o producto

06 abr 2020 . Actualizado a las 12:07 h.

Una de las primeras medidas que abordó el Gobierno para amortiguar la crisis del coronavirus comienza este lunes a funcionar. Se trata de la línea de avales habilitada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, destinada a facilitar la liquidez de autónomos, pymes y empresas y que garantiza operaciones concedidas desde el 18 de marzo.

El Instituto de Crédito Oficial (ICO) y la banca ya han suscrito los convenios de colaboración, por lo que los posibles beneficiarios podrán comenzar a ponerse en contacto con sus respectivas entidades para solicitar los créditos respaldados por el Estado.

El primer tramo de esta línea tiene un importe de 20.000 millones de euros, de los cuales el 50 % se reserva para garantizar préstamos de autónomos y pymes. La idea es que el ICO garantice los nuevos préstamos y las renovaciones concedidas por bancos a empresas y autónomos para atender las necesidades de financiación derivadas, entre otros, de pagos de salarios, facturas, necesidad de circulante u otras necesidades de liquidez, incluyendo las derivadas de vencimientos de obligaciones financieras o tributarias. Pero no podrán condicionar la aprobación de los préstamos a la contratación por parte del cliente de ningún otro servicio o producto.

El decreto aclara que «los costes de los nuevos préstamos y las renovaciones se mantendrán en línea con los costes cargados antes del inicio de la crisis del COVID-19». Y, como en otras ocasiones, serán los bancos los que tengan la última palabra sobre la concesión de los créditos en función de los riesgos asumidos.

Las entidades financieras deberán mantener abiertas las líneas de circulante de sus clientes hasta el 30 de septiembre. Quedan excluidas las unificaciones y reestructuraciones de préstamos, así como la cancelación o amortización anticipada de deudas preexistentes.

Hasta 100.000 millones 

La línea de avales se aprobó con una dotación de hasta 100.000 millones de euros. Tal y como explica el decreto, las entidades deberán transferir a sus clientes el beneficio derivado del aval público, en forma de menores intereses o mayor plazo, entre otras opciones. 

Para asegurar un adecuado reparto de los avales entre los operadores financieros (entidades de crédito, establecimientos financieros de crédito, entidades de pago y entidades de dinero electrónico) se ha aprobado una distribución separada de los dos tramos. En cada uno de ellos, el importe se distribuirá entre cada entidad financiera en función de su cuota de mercado a cierre del 2019, por un lado, en relación al crédito a autónomos y pymes y, por otro lado, a grandes empresas, según la información comunicada por el Banco de España.

También tendrán acceso a esta línea las entidades financieras que a cierre del 2019 no tuvieran saldo de crédito registrado en el Banco de España. Se les reservará una cuota agregada del 1 %. A partir del 30 de abril, los importes de aval asignados y no utilizados por las entidades se distribuirán entre el resto de operadores que hubieran agotado sus líneas, de forma proporcional al importe de aval que hubieran utilizado hasta dicha fecha.

Una vez se haya utilizado este primer tramo de la Línea de Avales, el Gobierno habilitará un nuevo tramo, cuyas características se determinarán en su momento, para garantizar que la liquidez sigue fluyendo de forma adecuada hacia el tejido productivo.