Repsol perdió 3.289 millones en el 2020 por el impacto del covid

R. C. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Juan Medina

La compañía reducirá inversiones pero mantendrá el dividendo y el empleo

19 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Repsol registró unas pérdidas netas de 3.289 millones en el 2020 tras sufrir, por la crisis del covid, un impacto de casi 3.900 millones de euros en la valoración de sus inventarios y por el ajuste del valor de activos de exploración y producción, según informó este jueves la compañía.

Es el segundo año en números rojos de la petrolera, ya que un ejercicio antes, en el 2019, el grupo ya registró unas pérdidas de 3.816 millones, aunque en aquella ocasión fue debido a los ajustes que realizó en el valor contable de algunos de sus activos para abordar el compromiso de ser una empresa cero emisiones netas en el año 2050.

En concreto, la situación provocada por la pandemia, que llevó a un desplome casi sin precedentes de los precios del crudo y del gas y a un histórico colapso de la demanda, ha tenido un efecto negativo de 978 millones de euros en los inventarios de la compañía.

Además, el grupo presidido por Antonio Brufau ha ajustado sus hipótesis de precios, lo que ha afectado al valor contable de sus activos de exploración y producción, reflejándose en un deterioro de 2.911 millones de euros en sus cuentas, según confirmó la empresa.

No obstante, a pesar de un escenario marcado por una enorme complejidad debido la pandemia, Repsol obtuvo en el 2020 un resultado neto ajustado, que mide específicamente la evolución de los negocios de la empresa, de 600 millones de euros. En el cuarto trimestre, Repsol situó su beneficio neto ajustado en los 404 millones de euros, cifra similar a la del mismo período del 2019.

En este escenario, la compañía ha aprobado un plan de resiliencia con el que pretende contrarrestar las consecuencias de la crisis sanitaria. Reducirá sus inversiones -en 1.000 millones de euros, hasta los 2.800 millones- y costes. Pero no renunciará al dividendo, ni prevé ajustes de plantilla.

El consejero delegado, Josu Jon Imaz, destacó que el grupo ha afrontado «un escenario sin precedentes y ha puesto las bases del futuro de la compañía» en el 2020. «Hemos demostrado la solidez de nuestro proyecto, desempeñado un papel de servicio público esencial, y ratificado que somos una empresa útil para la sociedad», aseguró.