Luis Garicano: «El rescate de Plus Ultra daña la credibilidad de España»

Clara Alba MADRID /COLPISA

ECONOMÍA

Sandra Alonso

El eurodiputado de Ciudadanos acusa al Gobierno de maniobrar por detrás para beneficiar a Seat y no a Citroën en el proyecto de la planta de baterías

02 abr 2021 . Actualizado a las 18:29 h.

A medio camino entre Bruselas y Madrid, el eurodiputado Luis Garicano (Valladolid, 1967) ha elevado el tono en las últimas semanas en sus críticas hacia la gestión por parte del Gobierno con los fondos europeos y con el fondo de rescate de la SEPI. El vicepresidente económico del grupo liberal (Renew) y jefe de la delegación de Ciudadanos en el Parlamento Europeo advierte del riesgo de estos movimientos para la imagen del país en Europa. Y para el propio desembolso de los fondos.

En las últimas semanas mantiene un intenso tira y afloja con la vicepresidenta Nadia Calviño por el rescate de 53 millones a la aerolínea Plus Ultra. Incluso ha remitido una carta a la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, para que investigue estas ayudas.

Los requisitos que permitieron que el fondo de la SEPI fuera aprobado por la Comisión Europea eran dos: que las empresas que los perciban fueran estratégicas y que no tengan dificultades financieras a 31 de diciembre de 2019. Yo no sé lo que la vicepresidenta Nadia Calviño, a la que tengo mucho respeto, llama cumplir las condiciones, pero cualquiera que tenga un mínimo de independencia de criterio verá obvio que una empresa con el 0,1% de cuota de mercado y con solo 4 aviones, no puede ser estratégica. Además, Plus Ultra ha tenido pérdidas de más de 10 millones de euros desde el inicio de sus operaciones. Es evidente que no era ni es una empresa viable.

¿Qué consecuencias puede tener el rescate para la imagen de España en Bruselas?

Es un desprestigio para el país y pone en peligro las ayudas europeas, porque pone en riesgo la credibilidad y la imagen de España como un país de fiar. Insisto. Es una empresa que no ha dado beneficios nunca y que cuenta con gente con empresas en paraísos fiscales y con antiguos responsables de Air Madrid, que protagonizó el mayor escándalo de la aviación española.

¿Puede hacer Bruselas algo en este sentido?

Yo lo que explico es que este rescate presenta una clara violación de las condiciones con las que la Comisión aprobó el fondo de apoyo a la solvencia. Dada la aparente incompatibilidad, Europa debería examinar las ayudas como parte de su trabajo de control.

¿Cree que el caso de Abengoa puede ser similar?

Sin duda. Abengoa ha solicitado las ayudas justas para evitar el límite que exige pedir autorización previa a la Comisión Europea. Pero por normativa no podría acceder a ellas, pues ya no era una empresa viable antes de la crisis del coronavirus. No estaba en beneficios y no hay que olvidar que sigue pleiteando contra el Gobierno desde una filial que ha creado para hacerlo en arbitraje internacional. Es algo que me suena a fraude de ley y no resulta compatible con las ayudas.

¿Cómo puede impactar en el reparto de los fondos europeos?

Es cierto que la Comisión Europea ha acogido con buenas evaluaciones el plan del Gobierno español. Pero hay que evaluar los controles y el sistema de monitoreo para que el dinero que se gaste, se gaste bien. Con casos como Plus Ultra, la sensación que da el país es de mucho descontrol y Europa no nos va a dar un dineral para que nos lo gastemos de cualquier manera.

¿De verdad hay riesgo de ejecución de los fondos?

Hay un gran riesgo de decepción. Hay muchos proyectos, mucha gente que espera recibir dinero y, si no se hace bien, podemos llegar a una decepción como la del Plan E o la del boom del 92, que al final fue «montar la Cartuja» y no se invirtió en capital humano. No podemos gastar todo el dinero en poner ventanas para ahorrar energía. Eso ni transforma la economía ni mejora la capacidad productiva.

¿Cómo valora entonces el plan que el Gobierno debe presentar antes del 30 de abril a Bruselas?

Tendría que haber habido un diseño independiente, que evaluara los cuellos de botella de nuestra economía para decidir dónde invertir. Hay que apostar por la formación, el empleo, la Universidad, etc. En lugar de eso, el Gobierno ha trabajado por detrás con algunas empresas preferidas. ¿Por qué Seat sí, pero Citroën no para el proyecto de la planta de baterías? El Gobierno debe demostrar un mayor compromiso con la transparencia y los procesos competitivos para asegurar que Bruselas apruebe los fondos.

¿Qué pasará con la reforma laboral y de las pensiones?

El Gobierno va a buscar no comprometerse en nada. En el plan que enviará a Bruselas pedirá dejarlo en manos del diálogo social. Así consiguen la aprobación y, cuando llegue el momento, se pueden escudar en la falta de acuerdo para no hacer las reformas. A la Comisión le gustaría más tener un compromiso con la sostenibilidad de las pensiones y esta maniobra de distracción me parece peligrosa. Lo peor que puede pasar es aprobar un plan que luego no se cumpla y que Europa cargue con el estigma de que no se sabe gastar el dinero.

¿Cómo valora la evolución de la economía española?

Mientras no estemos vacunados, la actividad seguirá paralizada. Esta situación de olas solo genera incertidumbre, que es veneno para la economía. Por eso, hay que ampliar medidas como los ERTE mientras duren las restricciones administrativas.