
El ministro de Seguridad Social prefiere subir el salario mínimo cuando el alza pueda ser significativa
28 jun 2021 . Actualizado a las 13:17 h.El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmó este lunes que «es razonable pensar» que esta misma semana se alcanzará una acuerdo con los agentes sociales para sacar adelante la primera pata de la reforma de pensiones. «Llevamos ya muchas reuniones en las que hemos ido aproximando y mejorando el texto progresivamente y con las aportaciones de todos. Tengo las mayores expectativas con los últimos encuentros que vamos a tener esta semana», indicó el ministro durante su intervención en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum.
Escrivá espera que se concrete «de forme inminente» esta primera parte de la reforma, que, según explicó, es «consistente» con las recomendaciones del Pacto de Toledo y con el componente 30 del Plan de Recuperación remitido a Bruselas. El ministro señaló que se trata de una reforma pensada para que dure 25 años, que se desplegará de «manera gradual», persiguiendo el mantenimiento activo de los trabajadores en el mercado laboral mediante incentivos.
Preguntado por si la edad de jubilación legal debería ir a los 70 años, Escrivá recordó que la reforma en vigor llevará esta edad a los 67 años en el 2027 (ahora mismo está en 66 años), una edad «perfectamente asumible» y «razonable». «Hay que tener en cuenta que hay profesiones penosas. No todo el mundo tiene actividades gratificantes. Establecer edades en torno a los 67 años con excepciones es lo razonable. Otra cosa distinta en que la gente quiera seguir trabajando más allá de esa edad de manera voluntaria», apuntó Escrivá, que recordó que esto último es lo hará la reforma de pensiones mediante incentivos.
En otro orden de cosas, Escrivá indicó que la Seguridad Social hoy, con el nivel de ingresos y gastos que tiene, «no tendría que visualizarse en déficit», pues si se descuentan los gastos impropios del sistema, superiores a los 18.000 millones de euros, no estaría en números rojos. A finales de esta legislatura el Estado ya asumirá todos los gastos impropios.
Ahora bien, a partir del 2025 y del 2026, el ministro reconoció que habrá una cierta «tensión» en el gasto del sistema por la llegada de los baby boomers a la edad de jubilación, un problema que la reforma de pensiones ha tenido en cuenta.
Sobre la reforma del Régimen de Autónomos, Escrivá apuntó que es parte de lo que espera aprobar de manera inminente y que hay consenso entre las organizaciones de autónomos en que estos trabajadores coticen por sus ingresos reales. «Es un proceso que está muy avanzado, vamos a llegar a un acuerdo con los agentes sociales sobre cómo queremos hacerlo», precisó.
Prefiere subir el salario mínimo cuando el alza pueda ser significativa
Escrivá también afirmó que, en lo que respecta a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), «hay que buscar el momento en el que sus efectos y despliegue sobre la economía tenga un mayor potencial». También señaló que, «personalmente», cree que es preferible buscan un momento en el que la subida del SMI sea «significativa y sustantiva». «Tenemos margen, en los próximos meses, para pensar cuál es el mejor momento para realizarla», añadió.
El ministro resaltó el valor del SMI como mecanismo de redistribución de renta e indicó que empujar los salarios más bajos mediante subidas del SMI es «absolutamente fundamental». Sobre los efectos de la subida del SMI sobre el empleo, Escrivá explicó que la literatura que hay sobre este tema tiene un punto en común: que en caso de haber efectos sobre el empleo, éstos son «bastante pequeños».
En este sentido, explicó que en aquellas subidas del SMI que se posicionan en el entorno de llegar al 60 % del salario medio, el impacto sobre el empleo es «reducido». En todo caso, advirtió de que no se puede esperar que una medida como esta, con su potencial redistributivo, «no tenga algún efecto». «Habrá que buscar mecanismos compensatorios en esa dirección», añadió.