El partido de Putin propone en la Duma instaurar un «control externo» de las empresas extranjeras que abandonen Rusia
ECONOMÍA
Asegura que no implicará ni una nacionalización ni una expropiación de los bienes de estas compañías, un extremo que solo se impondrá con un dictamen de un tribunal del país
13 abr 2022 . Actualizado a las 09:15 h.Mientras la fuga de empresas no para de sumar nuevos nombres, el Kremlin se afana en buscar alguna medida de presión para evitar el éxodo masivo de firmas internacionales. Así, Rusia Unida —el partido de Putin— presentó este martes a la Duma (la Cámara Baja del país) un proyecto de ley que tiene por objetivo instaurar un «control externo» por parte del Estado de todas aquellas empresas extranjeras que abandonen el mercado ruso por la guerra con Ucrania.
Según el canal de Telegram de la Duma, esta iniciativa «afectará a las compañías cuyas actividades influían considerablemente en la estabilidad de la economía rusa y que tomaron esta decisión sin razones económicas evidentes y en base a los ánimos antirrusos de Europa y de Estados Unidos», resume el mensaje publicado en esta red social.
Según el texto que se ha publicado, la Corporación Estatal de Desarrollo VEB (o cualquier otra entidad que se autorice para este objetivo), se encargarán de controlar a aquellas compañías que «eran suministradoras únicas de producciones de importancia crítica, producían bienes de primera necesidad o mantenían a una ciudad». La decisión de qué hacer con cada una de estas compañías, aseguran, será tomada por una comisión interinstitucional adjunta al Ministerio de Desarrollo Económico en base a las propuestas de otros ministerios o administraciones regionales.
Pero, ¿qué supondrá ese control externo? Tal y como recoge el proyecto, esto no implicaría ni una nacionalización ni una expropiación de los bienes que estas empresas todavía mantienen en Rusia. De hecho, asegura el partido oficialista, esto solo se impondrá después de que se apruebe el correspondiente dictamen de un tribunal.
Los propietarios extranjeros de estas empresas tendrán la posibilidad de reanudar su trabajo en Rusia o, por el contrario, deshacerse de todas las acciones y venderlas: «No perderán su negocio, pero los empleados obtendrán garantías con respecto a su empleo», explicó el Kremlin. El principal objetivo de este proyecto de ley, según el partido gobernante, radica en la protección de los intereses de los rusos, la conservación de puestos de trabajo y el apoyo a la economía.
Tras el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania y la imposición de las sanciones de Occidente, un gran número de empresas extranjeras que habían localizado sus producciones en Rusia anunciaron el cese temporal de sus actividades o su retirada completa del mercado ruso.