El gobernador del Banco de España advierte que para crecer es necesario un pacto de rentas y más reformas estructurales

ECONOMÍA

Martina Miser

Pablo Hernández de Cos reconoció en la última jornada del Foro La Toja que la economía europea puede ser «particularmente vulnerable a un proceso de desglobalización, que puede estar empezando a tener lugar»

01 oct 2022 . Actualizado a las 12:19 h.

El gobernador del Banco de EspañaPablo Hernández de Cos, ha vuelto a insistir en que para incrementar el crecimiento del país es necesario un pacto de rentas, reformas estructurales, una política fiscal y presupuestaria que proteja a los más vulnerables en un contexto superinflacionista, y que el BCE (Banco Central Europeo) mantenga su mandato de controlar la inflación

Hernández de Cos abordó, en el marco del IV Foro La Toja, el papel de Europa en el nuevo entorno global, y detalló que el continente ha apostado por abrir su economía -el comercio exterior sobre el PIB en el 2019 representaba el 54 %, 20 puntos más que dos décadas antes-, lo que se reconoció como una gran ventaja. «Pero hay la sensación de que hoy ha pasado a convertirse en un elemento de vulnerabilidad», añadió. Lo peor es, a su juicio, que no es el único. Hay una concentración de importaciones por parte de pocos países exportadores -34 productos están expuestos a disrupciones de la cadena de valor-, la UE es un área dependiente de semiconductores -el 80 % de los proveedores tienen su sede fuera- y también sufrimos una concentración de aprovisionamientos en el área de bienes energéticos

Hernández de Cos advirtió de que si bien apostamos por la transición ecológica, lo que repercutirá una menor dependencia energética, es necesario tener en cuenta que necesitaremos elementos como tierras raras, cobalto, etcétera y Rusia es un gran productor de estos materiales, cuya demanda puede multiplicarse por más de cinco en el 2030. 

Incidió también el gobernador del Banco de España en la vulnerabilidad de Europa respecto a la necesidad de la diversificación de las importaciones (productos farmacéuticos y químicos se concentran en EE.UU. y Reino Unido); respecto al sector financiero en cuanto a inversión directa, los flujos de caja e inversión directa, y, por último, sobre las infraestructuras de pagos. 

Martina Miser

Se preguntó De Cos si Europa se dirige hacia la «desglobalización» y subrayó la importancia de las palabras de Christine Lagarde, presidenta del BCE, frente a ciertas tendencias: dependencia frente a diversificación; eficiencia frente a seguridad, y globalización frente a regionalización. Algunos de estos movimientos ya se están produciendo, y las empresas han apostado por diversificar frente a la idea de la repatriación a los lugares de origen. China y EE.UU. han empezado a poner peso a la seguridad frente a la eficiencia, y ello tendrá un coste. Y el comercio internacional puede sufrir una tendencia a la regionalización.

Según De Cos, no se trata de que Europa renuncie al papel que ha jugado como actor abierto, «pero tenemos que ser conscientes de la nueva realidad» y se necesitan políticas para evaluar las dependencias de las cadenas de suministro, para proteger a los países de comportamientos abusivos por parte de terceras economías y preservar la igualdad de las condiciones a nivel internacional.

Con estos objetivos, es necesario, a su juicio, que Europa, el principal mercado único del mundo, debe apostar por «más Europa»: se hace necesario reforzar la interconexión de los mercados europeos (citó al energético), establecer mecanismos de financiación conjunta (se hace indispensable compartir riesgos y hay que desarrollar mecanismos, crear un mecanismo de estabilización macroeconómico común, apostar por una unión bancaria común y la construcción de los mercados de capitales (aumentaría la resiliencia de la unión monetaria, proporcionaría entorno más favorable para la inversión), y se precisan activos seguros paneuropeos (los fondos next generation pueden ser el embrión).