La rebaja del IVA de los alimentos arranca a medio gas en los supermercados gallegos

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Alberto Ortega | EUROPAPRESS

Aunque casi todas las cadenas han reducido precios, el ahorro al pasar por caja es mínimo

02 ene 2023 . Actualizado a las 21:07 h.

Las trabajadoras de un céntrico supermercado de Arteixo (A Coruña), apuraban a primera hora de este lunes el cambio de etiquetas para reflejar los nuevos precios de los alimentos básicos. Pan, harina, huevos, leche, queso, patatas, frutas, legumbres, verduras y arroz gozan desde el 1 de enero de un IVA del 0 % —4 % con anterioridad—; el aceite y la pasta del 5 % —10 % previamente—.

El cambio, decretado por el Gobierno el pasado 28 de diciembre, ha coincidido en plena temporada festiva. Las plantillas han tenido que interrumpir sus días de descanso este fin de semana para poner a punto los lineales de los supermercados. Algunos no llegaron a tiempo y hoy colgaron carteles informando de que «estamos trabajando en el cambio de carteles [...] Los nuevos precios ya se aplican correctamente en caja».

En la mayoría de los establecimientos gallegos analizados por La Voz, la rebaja del IVA se hizo efectiva respecto a los precios observados en los días 30 y 31 de diciembre. No obstante, su puesta en marcha no estuvo exenta de problemas. Al menos una gran cadena de hipermercados —ajena a la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Aseda)— todavía mantenía este lunes en la ciudad herculina los mismos precios que colgaban antes de fin de año, ignorando la orden del Ejecutivo de repercutir la bajada en el cliente. En Santiago tan solo cambió algunos. 

Otra cadena aprovechó las últimas horas del 2022 para subir los precios de algunos productos. Las franquicias en zonas despobladas también experimentaron problemas para adaptar sus sistemas informáticos. Fuentes del sector explican que las cajas estaban preparadas para aplicar tres tramos de IVA, del 21; 10 y 4 %. Pero el decreto del Gobierno les ha obligado a incorporar dos tramos más: el 5 y el 0 %. Ese cambio ha requerido reprogramar los dispositivos contra reloj. «Nunca había habido un cambio de IVA que afectase a tantos productos con tan pocos días [...] Crear una nueva rúbrica es un cambio informático muy importante», explican. No es para menos. Un supermercado medio ha tenido que reetiquetar entre 700 y 1.200 productos desde el pasado sábado.

¿Han aprovechado algunos supermercados la rebaja fiscal para aumentar sus márgenes? Desde el sector lo niegan y alegan que las subidas esporádicas de algunos productos podrían estar relacionadas con las tarifas revisadas al alza de los proveedores y no con incumplimientos. En otros establecimientos analizados de Santiago y Ourense la práctica totalidad de los artículos ya reflejan la bajada del IVA, al menos parcial. Es imposible cuantificar en qué medida las subidas de precio previstas por las grandes distribuidoras han podido diluir el fecto de la rebaja fiscal. 

«Ahora mismo los distribuidores son los que están aplicando un menor margen. En el futuro dependerá de los márgenes y los costes de todas las cadenas y las tarifas que comuniquen los proveedores en las próximas semanas», explica Ignacio García Magarzo, director general de Aseda, organización que agrupa a cadenas como Froiz, Gadis, Lidl o Mercadona, entre otras. Recuerda que los supermercados tienen libertad para subir o bajar precios, independientemente de lo que pase con los impuestos. «La distribución ha hecho un grandísimo esfuerzo para actualizar en cuatro días el IVA para que lo perciban los consumidores. Confiamos en que la medida contribuya a bajar el IPC», apunta.

¿Qué hay de quienes compraron productos con un IVA al 10 o 4 % y ahora lo tienen que bajar? La gran distribución apenas se ha visto afectada porque apenas almacenan pedidos por más de un día. «Le preocupa mucho más al pequeño comercio. Puede que a alguien le haya pillado el cambio con un stock grande de un producto en concreto», explican fuentes del sector.

Ahorro

Otra cosa es que la medida se esté notando en el bolsillo de los consumidores. En función del supermercado elegido, el ahorro oscila entre los 48 céntimos y los dos euros en el tique final en caja. La rebaja fiscal se prolongará hasta el último día de abril. Llegada esa fecha, si la inflación subyacente -excluye la energía y los productos frescos- sigue creciendo por encima del 5,5 %, se extenderá hasta el 30 de junio. 

Asociaciones de consumidores como Facua se quejan de su corto alcance y de la falta de medios de Competencia para vigilar de forma efectiva a la gran distribución. «Tiene un efecto extraordinariamente bajo», lamenta su portavoz, Rubén Sánchez. La organización dice tener «serias sospechas» de que en muchos supermercados no repercutirán la bajada del IVA en los clientes. «Subirán la carne o buscarán fórmulas para encarecer los precios», auguran. Por eso recomiendan a los consumidores que tomen pruebas para denunciar ante la CNMC y exigen al Gobierno que intervenga los precios finales. ¿Cómo? Devolviéndolos al umbral que tenían hace meses. Una solución que rechaza parte del Ejecutivo. 

Desde la OCU instan al Ejecutivo y a la CNMC a «vigilar muy de cerca» las maniobras de las cadenas de supermercados. Denuncian que las «excusas» de algunos distribuidores que compraron productos con un IVA más elevado «no son aceptables» porque eso lo podrán reflejar en la liquidación trimestral del impuesto.

Vuelve a subir el precio de los carburantes tras el fin de la ayuda

La resaca de fin de año ha venido acompañada de otro dolor de cabeza para muchos ciudadanos: la subida del precio de los carburantes tras el fin de la bonificación.

El descuento de 20 céntimos por litro está limitado, desde el 1 de enero, a conductores profesionales. Ningún particular podrá beneficiarse ya de la ayuda al repostar en las estaciones de servicio, donde además han empezado a subir el precio de la gasolina y el diésel.

El 31 de diciembre se podía llenar el tanque de 55 litros de gasolina por 78 euros de media en Galicia. Ahora cuesta 89,4 euros. Lo mismo ocurre con los vehículos con motor diésel. Llenar ese mismo depósito costaba en fin de año 82 euros. Ahora hay que abonar 92,4 euros, de acuerdo a los datos recogidos en el Portal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica.

El recibo no solo ha aumentado por el fin de la bonificación estatal, también porque las estaciones de servicio han empezado a subir los precios. En un solo día, llenar el depósito se ha hecho 40 céntimos más caro en Galicia. ¿A qué se debe el repunte? Al margen de las investigaciones que está realizando la CNMC para comprobar si son ciertas las denuncias que apuntan a posibles pactos de precios entre petroleras, lo cierto es que el alza de los combustibles está estrechamente relacionado con la evolución del precio del petróleo en las últimas semanas. El crudo, que llegó a cotizar en los 75 dólares el barril de brent a principios de diciembre se ha revalorizado desde entonces hasta recuperar el umbral de los 86 euros.

El mercado de Londres, donde cotiza esta materia prima, estuvo este lunes cerrado, pero se espera que en las próximas jornadas la gasolina y el diésel reflejen el alza del petróleo en los últimos compases del 2022.

Información elaborada por: María Cedrón, Ana González, Rubén Nóvoa, Álvaro Sevilla, Marga Mosteiro, C. Porteiro y G. Lemos.