La Autoridad Fiscal cuestiona la reforma de las pensiones de Escrivá por disparar el gasto

Edurne Martínez MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

XOAN A. SOLER

Prevé que el envejecimiento de la población elevará el gasto en pensiones al 16 % del PIB en el 2050, y la deuda pública al 147 %

25 mar 2023 . Actualizado a las 20:37 h.

La reforma de las pensiones que acaba de aprobar el Gobierno no logrará hacer sostenible el sistema dado el envejecimiento poblacional que se prevé en España en las próximas décadas. Es, al menos, la opinión de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que este vernes cuestionó el proyecto del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Estiman los expertos del organismo que, frente a lo que ocurriría en un escenario sin esta reforma y con el índice de revalorización de las pensiones y el factor de sostenibilidad (los dos elementos claves del modelo aprobado por el Gobierno de Rajoy, que él mismo suspendió justo antes de la moción de censura para pactar sus últimos presupuestos con el PNV), la reforma hará que el déficit público aumente en 1,1 puntos del PIB en el 2050 (unos 15.000 millones, hasta el 8,1 %), y en un punto más en el 2070 (hasta el 7 %).

En su informe sobre la sostenibilidad de las Administraciones Públicas a largo plazo y el impacto de la demografía, la AIReF indica que el gasto en pensiones aumentará en 2,6 puntos (unos 30.000 millones) en los próximos años. Escalará así desde su tasa actual (del 13,6 % del PIB), hasta el 16,2 % con el que cerrará el 2050. Este incremento del gasto se explica principalmente por factores demográficos, indica la AIReF. Y más a largo plazo, en el 2070, calculan que el gasto en pensiones representará un 13,9 % del PIB, lo que confirma que la reforma de Escrivá —que fue presidente de este organismo del 2014 al 2020, justo ates de ser nombrado ministro— no podrá compensar los mayores gastos frente a unos ingresos que también subirán, pero no a ese nivel. Los cálculos de la AIReF indican que el gasto subirá un 2,4 % de aquí al 2050, sobre todo por la revalorización de las pensiones con el IPC y la eliminación del factor de sostenibilidad. Por otro lado, los ingresos aumentarán un 1,3 %, sobre todo por la reforma de las cotizaciones de los autónomos y la evolución de las bases máximas. Con todo, el impacto sobre el déficit de la reforma es de 1,1 puntos en el 2050.

Este incremento del gasto en pensiones, y también en dependencia y sanidad, debido al envejecimiento supondrá que —sin medidas de política económica ni reglas fiscales— la deuda pública escale al 110 % en el 2035, manteniendo la tendencia al alza hasta el 147 % en el 2050 y al 186 % en el 2070. «La deuda registrará un punto de inflexión en el 2030, cuando comenzará una senda muy ascendente», explicó la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero.

Todo porque el saldo demográfico es muy negativo en España, con una tasa de natalidad que actualmente es una de las más bajas del mundo (1,19 hijos por mujer), con regiones donde la tasa ya es menor de uno, como en Asturias. Es muy inferior a la media de la zona euro, de 1,5 hijos por mujer, y también está por debajo de los 2 que, según una encuesta del INE, es el ideal para el promedio de las mujeres españolas.

En cambio, la esperanza de vida en España es una de las más altas del mundo y la AIReF calcula que seguirá ascendiendo hasta alcanzar los 89,1 años en el 2070, lo que multiplicará los gastos en dependencia, sanidad y pensiones.

Escrivá niega la crítica

El ministro Escrivá negó que el informe de la AIReF suponga una crítica a su reforma. Al contrario, mostró su complacencia por las recomendaciones que hace al Gobierno, que, a su juicio, son «absolutamente razonables y sensatas».

Por su parte, la presidenta de la AIReF reconoció que hacer una reforma de las pensiones «no es fácil». Herrero resumió los dos factores que más hacen subir el gasto de la reforma: la actualización de las pensiones conforme al IPC y la eliminación del factor de sostenibilidad. Y ya que el Pacto de Toledo acordó la subida con la inflación, indicó que una de las formas de haber aumentado ingresos es retrasar la edad de jubilación o aumentar el número de años necesarios para cobrar el 100 %, algo que esta reforma no ha tocado.